En el budismo hay un lugar conocido como Naraka, uno de los seis reinos del Samsara.

Ese lugar abarca los estados del alma tras la partida terrenal, es el inframundo, un lugar de tormento.

Pero no consiste en un lugar definitivo, es solo un espacio transitorio.

En el islam, el Corán señala un “lugar de fuego” y castigo en distintas ocasiones.

Existe la tradición de que las almas infieles irán al Yahannam, que es como se conoce el infierno.

En la cultura Maya Xibalbá es el inframundo al que se llega a través de cenotes o pozos enormes de agua.

Los primeros cristianos comienzan a involucrar el Hades o infierno griego en la nueva religión.

Hacia el siglo VI, se afianza la idea de que el infierno es un lugar de castigo por toda la eternidad.

 

@gonzalogallog