El territorio que ocupamos, disfrutamos y en el que interactuamos las comunidades vecinas de Chinchiná, Manizales, Neira, Palestina y Villamaría es uno solo, a pesar, de que la división político administrativa del país le otorgue a cada una de ellas una jurisdicción como Entidad Territorial con los limites, los hitos o las fronteras geográficas que las normas establecen. Límites fronterizos que son superados por las realidades culturales, ambientales, sociales, económicas e institucionales, que nos obliga a interpretarlas como hechos que debemos pensar como un todo, en aras de potenciar y hacer sostenible su desarrollo, con miras a lograr la calidad de vida de sus habitantes.
Pensar el territorio Centro sur de Caldas en sus interacciones e interrelaciones, nos invita a tener en cuenta como punto de partida a las personas y ciudadanos que lo habitan, porque ellos deben ser los actores de su propio destino y de su decisión política de asociarse a la figura Jurídico Administrativa del Área Metropolitana.
Tratándose de una decisión política mediada por una consulta popular, la misma se sugiere cimentarse desde la ciudadanía pasando por las organizaciones sociales, las instituciones educativas, las universidades y las agremiaciones empresariales hasta llegar a las autoridades locales en un ejercicio incluyente; cimentación que bajo metodologías de participación lleve a todos los actores a identificar los “Hechos Metropolitanos” * -como por ejemplo la integración de las vías terciarias, la creación de un banco de tierras para vivienda de interés social, el desarrollo de un transporte urbano de orden metropolitano, el manejo integral del recurso hídrico y ambiental entre otros- que son en definitiva la razón de ser del área metropolitana. Fundamentada asi tal decisión política de integración de los municipios y la ciudad capital, garantizaría para la nueva figura del área, legitimidad en su constitución, en el futuro inmediato solidez en la gobernabilidad y a largo plazo la consolidación de estrategias de gobernanza para el ejercicio de las competencias y las funciones.
Llevar a la ciudadanía y la comunidad al reconocimiento de los “Hechos Metropolitanos” es hacerlas partícipes de modo consciente de los fenómenos económicos, sociales, culturales, tecnológicos, ambientales e institucionales que los afecta, los padece y los impacta; logrando de esta manera, abordarlos desde las dinámicas de la población y las dimensiones del desarrollo para obtener las soluciones acordes a los requerimientos esperados.
Han sido muchos los intentos para que las comunidades locales del centro sur de Caldas logren su integración en función de la entidad administrativa en mención, pero son varios los motivos que han aplazado este propósito: primero que las autoridades municipales en diferentes momentos de la acción administrativa le han dado la espalda y les ha faltado compromiso para asumir las realidades del territorio, segundo que bajo el criterio de la pérdida de autonomía de los municipios vecinos frente a la ciudad capital han logrado desincentivar a la ciudadanía y tercero le ha costado a la dirigencia política de los municipios inmersos establecer los diálogos pertinentes para generar la confianza requerida con miras a este fin. De lo expuesto, deducimos que la constitución del área metropolitana centro sur corresponde a una decisión estratégica donde se involucre toda la sociedad y no a una práctica de activistas con meros fines electorales.
Y a manera de insinuación o propuesta debemos darle una denominación al Área que la caracterice ante propios y extraños. Sugiero dos: Área metropolitana del “Ruiz” en Caldas o Área metropolitana del café de Caldas.
*Ley 1625 de 2013 artículos 10 y 11