Quienes compiten para llegar a las alcaldías del país, deben tener presente que dentro de su papel de gobernante están los asuntos a liderar, los aspectos a gestionar y las competencias para administrar; en cada uno de estos acápites, es preciso centrar su acción de gobierno, todo con miras a un ejercicio responsable en la difícil y compleja tarea de gobernar.
Dentro de los asuntos a liderar en la comunidad, están los procesos y patrimonios intangibles que le dan sentido de vida y desarrollo al municipio o la ciudad, que pueden estar enmarcados en los ámbitos de lo social, lo ambiental, lo económico y lo cultural. A manera de ejemplo, citamos en Manizales varios casos: el Once Caldas, patrimonio público de la ciudad, construido y vivido por muchas generaciones, le ha dado identidad y reconocimiento nacional e internacional a nuestro territorio. Patrimonio este, que hoy se encuentra sin doliente caldense; otro caso, es el de Manizales ciudad Universitaria, que existe como inventario de centros de educación superior, pero que no se ha interpretado y liderado como un bastión económico para el desarrollo de nuestro municipio; uno más, sería el de la Feria de Manizales, que requiere actualizarse de acuerdo con las últimas tendencias artístico culturales y recreativas para el disfrute del pueblo.
Los aspectos a gestionar corresponden a los programas y proyectos destinados a generar impactos significativos en el territorio que involucran las obras físicas, las dinámicas ambientales, los desarrollos culturales y la movilidad social. Algunas iniciativas para nuestro entorno serían: la consolidación del área metropolitana de la subregión centro sur, o bien, brindarle a la población de la tercera edad espacios seguros y programas de salud para su bienestar (ya que según estadísticas demográficas demuestran el envejecimiento de nuestra población). Sin mencionar otros aspectos que involucran grupos sociales, cuyas necesidades han sido precariamente atendidas. Además, de conocer e involucrar los impactos que sobre nuestro territorio causarán los asuntos de la inteligencia artificial y el cambio climático, temáticas imposibles de ignorar, dadas las condiciones del mundo actual.
En cuanto a las competencias para administrar, están las de ordenar y coordinar un manejo eficiente, eficaz y efectivo al ingreso y el gasto de la Alcaldía en todas las áreas y sectores que fija la ley, que alberga entre otras, no solo el ordenamiento del territorio, la prestación de los servicios públicos, sino la atención de catorce sectores como la salud, la educación, la cultura, el deporte, la movilidad, el agua potable y saneamiento básico, etc.; que a propósito sea dicho, se está volviendo costumbre en el acontecer administrativo de la ciudad, dejar obras públicas inconclusas, que al final terminan al garete, como el cable aéreo a Los Yarumos, el macroproyecto de reubicación de vivienda del barrio San José y la avenida Marcelino Palacio Restrepo, antes denominada avenida Colón.
Lo aquí sugerido tiene la finalidad de advertir sobre la variedad de actividades y atribuciones que exige el ejercicio de alcalde y que para su desempeño estarán sujetas a ser organizadas de forma tal, que la rutina o el día a día del quehacer administrativo no terminen obnubilando al líder, al gestor y al administrador de los asuntos municipales, desviando su mirada hacia otros intereses.