Desde sus inicios como estudiante de Química Farmacéutica en la Universidad Nacional de Colombia (1976), hasta convertirse en una figura emblemática en el campo de la ciencia y la educación en el país, la rectora de la Universidad Nacional de Colombia, Dolly Montoya Castaño, ha dedicado su vida a la búsqueda del conocimiento y a la excelencia académica. Durante un reciente desayuno con la rectora con el equipo de la Universidad Nacional de Colombia sede Manizales tuve el privilegio de escuchar acerca de algunas facetas, tanto personales como profesionales, de su vida. En medio de anécdotas, nos compartió que, durante su estancia en México, en donde realizó una maestría en Ciencias Biomédicas Básicas en la Universidad Nacional Autónoma (1983), se dedicaba a trabajar en el día y, por las noches, cosía disfraces para dos de sus hijos, para presentaciones escolares. Entre risas, mencionaba especialmente la representación de Pancho Villa.
La conversación, acompañada por el desayuno, giró entre las narrativas de una jornada laboral agotadora, resaltando las dificultades que a menudo enfrentan las mujeres en escenarios donde deben combinar la vida profesional y maternal simultáneamente. Por ende, comprende la importancia de visibilizar el trabajo y las contribuciones de las mujeres, tanto en esferas profesionales como en el
cuidado doméstico, y aboga por un liderazgo más inclusivo que reconozca y promueva la igualdad de género. Además, enfatiza en la necesidad de un liderazgo colectivo y transformador que fomente la colaboración y la participación de diversos actores sociales en la búsqueda de soluciones.
Su enfoque interdisciplinario y su compromiso con el bienestar social, reflejan una comprensión profunda de los problemas globales y la importancia de abordarlos desde múltiples perspectivas. Pero más allá de su destacada trayectoria en el ámbito académico, con un Ph.D. en Ciencias obtenido en la Universidad Tecnológica de Múnich (2023), la rectora reveló una pasión que nació en sus primeros años de estudio por la biotecnología, particularmente por la producción de antibióticos mediante fermentación. Su firme convicción en este campo y su búsqueda constante de innovación, reflejan un compromiso inquebrantable con el avance científico y tecnológico, lo cual, ha posicionado a la Universidad Nacional en Colombia y en el mundo, con el Instituto de Biotecnología IBUN, (1982).
También, la rectora compartió sus experiencias de viaje, resaltando la importancia de las conexiones humanas. Expresó firmemente su creencia en que las personas adecuadas aparecen en nuestras vidas en el momento oportuno y afirmó que “venimos en tribu”. Este énfasis en la interconexión humana complementa su enfoque en la investigación de vanguardia y añade una dimensión personal a su visión del mundo. Al integrar esta reflexión sobre las conexiones humanas en su discurso, ella no solo muestra su aprecio por la importancia del trabajo colaborativo, sino que también ofrece una visión más holística de la vida, que va más allá de los logros académicos y profesionales.