Parecieran llamados de emergencia los que en la actualidad se presentan desde los partidos políticos en la mayoría de municipios del departamento de Caldas. La búsqueda de candidatos al concejo se convierte en una labor titánica en vísperas de la inscripción de candidaturas para los procesos electorales del mes de octubre del presente año, en especial en los municipios de categoría quinta y sexta, donde ser concejal no es la mejor propuesta para un ciudadano.
En primer lugar debemos considerar que la remuneración como concejal en estos municipios no supera en promedio un millón quinientos sesenta mil pesos ($1.560.000) mensuales. Considerando las sesiones ordinarias y extraordinarias que puedan desarrollar durante el respectivo año en los términos máximos que permite la ley, esa remuneración se enmarca en la figura de honorarios, los cuales no contemplan prestación social alguna para los concejales, máximo el pago a la seguridad social integral y un seguro de vida a su favor.
Desde el momento de la posesión los concejales adquieren la calidad de servidores públicos, miembros de corporaciones públicas, limitando por tanto la posibilidad de celebrar contratos con el Estado y por su calidad de servidores públicos incurren en una causal de inhabilidad en los términos del literal f) del Artículo 8 de la Ley 80 de 1993. De igual manera frente al ejercicio profesional, técnico, tecnólogo y demás a partir de su posesión no podrán intervenir en su ejercicio de concejal en asuntos relacionados con su profesión u oficio, que se desarrollen en el nivel central y descentralizado del municipio para el cual fueron elegidos, en el marco del régimen de incompatibilidades que establece la ley.
Además de limitar la posibilidad de nombrar, postular, contratar con personas con las cuales tengan parentesco hasta el cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad, primero civil, o con quien estén ligados por matrimonio o unión permanente, tanto por parte del Concejo municipal, como del ejecutivo municipal en su sector central y en las entidades descentralizadas del mismo nivel, como en aquellas entidades donde en su calidad de concejal hubiese intervenido en su postulación o designación a saber las personerías municipales (Artículo 126 de la Constitución Política y Ley 1296 de 2009). Pareciera entonces que intentar conseguir concejales con un conocimiento académico en un nivel técnico, tecnólogo y universitario es un reto, en el que quien lo asume tendrá mucho que sacrificar en su ejercicio laboral si es consciente de las limitaciones expuestas o renunciará en el camino cuando ya posesionado se enteré de las limitaciones que le genera su calidad de concejal.
Al final entonces es el legislador quien hasta el momento no ha dignificado el ejercicio de los concejales. Si bien intentó mejorar el monto de los honorarios en la Ley 2075 de 2021, la misma fue declarada inexequible por la Corte Constitucional mediante la sentencia C-075 de 2022. Quisiera imaginar un marco jurídico para los concejales donde estos no solo reciban unos honorarios acordes con las realidades económicas del país, sino unos beneficios prestacionales similares a los que actualmente reciben los diputados en el marco de la Ley 2200 de 2022.
Cuando el legislador dignifique la labor de los concejales, en especial en los municipios de categorías 5 y 6, tendríamos unos controles políticos técnicos, con análisis y estudios profundos de las realidades sociales de cada uno de nuestros municipios; donde los alcaldes y sus secretarios de despacho sientan respeto y un compromiso por ejercer debidamente sus funciones públicas, en pro de garantizar mejores servicios a la comunidad, donde la comunidad defienda y se sienta orgullosa de las personas que eligen y donde los recursos públicos se apliquen debidamente en acciones que mejoren la calidad de vida de los habitantes.
Cuando el legislador dignifique la labor de nuestros concejales, serán muchas las personas con formación académica que quisieran pertenecer a estas corporaciones, y en realidad sí podríamos tener una verdadera democracia en los territorios que tanta falta nos hace ante concejos municipales que parecieran más un comité de aplausos al ejecutivo y en algunos municipios una oficina de colocación de empleo y manejo de hojas de vida.