Se trata de la llamada gratuidad universal que deberán empezar a ofrecer las instituciones de educación superior públicas del país, en la que ninguna persona, cualquiera sea su estrato, tendrá que cancelar matrícula. El Ministerio de Educación tendrá seis meses para reglamentar los mecanismos de esta ayuda. Sobre este beneficio, presentamos dos posiciones que se apartan.
 

Preguntas

1. ¿Considera positivo el proyecto de ley que aprobó el Congreso y va a sanción presidencial que aplica la matrícula gratis a estudiantes de pregrado en universidades públicas?

2. ¿Cree que el Gobierno tiene los recursos suficientes del Presupuesto General de la Nación para subsidiar esta ayuda?

3. La gratuidad se aplicará sin distinción de estratos, ¿debería seguirse cobrando la matrícula a estudiantes con capacidad de pago en las universidades públicas, que son un buen número?

A favor
María José Pizarro Rodríguez
senadora del Pacto Histórico
1. Obviamente lo considero oportuno y más que conveniente, además es parte de los compromisos que nosotros asumimos como bancada y como propuesta de Gobierno, que era brindar gratuidad en la educación superior y así lo estamos haciendo. Este proyecto de ley, además, recoge la lucha estudiantil que por décadas ha dado el movimiento por el derecho a la gratuidad en la educación superior.
2. Sí, efectivamente. Se tuvo una conversación con los ministros de Hacienda y de Educación, que avalaron el proyecto de ley. Si se pudo hacer en el pasado, por supuesto se puede hacer ahora sin sacrificar los recursos de las instituciones de educación superior pública.
“Es parte de los compromisos que asumimos como bancada y como propuesta de Gobierno, que era brindar gratuidad en la educación superior y así lo estamos haciendo”.
3. El proyecto quedó aprobado con gratuidad universal, quiere decir que todas las personas podrán acceder a la educación superior en las universidades públicas sin pagar el costo de la matrícula. No hay diferenciación por estratos. Lo que hay es que el Ministerio de Educación tiene que reglamentar en un plazo de seis meses un programa de permanencia, que tiene como prioridad garantizar que madres cabeza de familia, víctimas del conflicto armado, personas de las comunidades étnicas, personas en condición de discapacidad y jóvenes que se hayan graduado en colegios públicos de áreas rurales pueden permanecer en la educación superior.
En contra
Martín Jaramillo López
economista, director del Centro de Gerencia y Empresa -Eafit
“Es como si en la ley hubiese faltado darle un regalo a los estudiantes de estratos cuatro, cinco y seis, cuando en una universidad pública pagan la mitad de la matrícula que en una universidad privada”.
1. No estoy de acuerdo que se enfoquen los recursos que tenemos para subsidiar a las personas de más altos estratos. En Colombia ya existe la gratuidad para los estudiantes de estratos uno, dos y tres, que quedó en la Ley 2155 del 2021 aprobada tras los paros, y también hay diferentes mecanismos en las universidades públicas para los estudiantes de estratos cuatro, cinco y seis que tienen dificultades para pagar. Lo que hace este proyecto de ley, diferente a lo existente, es darle más subsidios a los que ya los tienen. No me parece conveniente en este momento que hay grandes problemas de oferta en las universidades, de cobertura en las regiones y que las familias están pasando un momento duro en términos de inflación y de desempleo, enfocar los recursos en las personas más ricas.
2. Sí, de sobra. El problema no es si hay plata o no. La pregunta es si la plata nos la vamos a gastar en subsidiar a los estratos cuatro, cinco y seis, o más bien nos vamos a buscar herramientas para que la comida no sea tan cara o para que más gente de los estratos uno, dos y tres pueda ingresar a las universidades, o para que haya una nueva sede de una universidad pública. Es como si en la ley hubiese faltado darle un regalo a los estudiantes de estratos cuatro, cinco y seis, cuando en una universidad pública pagan la mitad de la matrícula que en una universidad privada. No sé si sea lo más conveniente.
3. La pregunta debería ser si hay que derogar esta ley, que creo que sí. No tiene ningún sentido, ya se cobraba algo simbólico y lo que hace esta ley es eliminarlo.