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Al cierre de la 65 Feria de Manizales, terminada el pasado lunes, hay que hacer un balance satisfactorio del evento, en el que la programación preparada por el Instituto de Cultura y Turismo de Manizales (ICTM) se desarrolló de buena manera, con excelente calidad de los espectáculos y gran asistencia de público. Pese a episodios fríos y lluviosos durante la semana, los manizaleños y los turistas vivieron la fiesta con intensidad y mantuvieron el ánimo arriba durante todo el evento.  Después de dos años sin Feria había grandes ansias de que la festividad regresara, y la verdad es que los distintos eventos cumplieron con las expectativas del público, pese a que a finales del año pasado había la sensación de improvisación en la organización de las fiestas. Hoy debemos aceptar que cada uno de los espacios y actividades programadas estuvieron a la altura y se ejecutaron de manera acertada, y los participantes disfrutaron, en general, en todos ellos.
 La temporada taurina, que llegó a la edición 67, este año transcurrió de manera exitosa, con la presencia de las figuras más destacadas de la tauromaquia mundial. El Juli, Roca Rey, Marco Pérez, Emilio de Justo y Luis Bolívar, entre otros, cumplieron destacadas presentaciones que dejaron felices a quienes asistieron a la  Plaza de Toros de Manizales. El trofeo de la Catedral de Manizales para Bolívar y el voceador de LA PATRIA a De Justo reflejan la calidad de las corridas que se tuvieron en esta ocasión.
 En lo referente al Reinado Internacional del Café que este año llegó a la edición 50, y que según el anuncio inicial contaría con 28 participantes de todo el mundo, terminó con poco más de 20 reinas, debido a los contagios de covid-19 de varias de las candidatas, lo cual obligó al aislamiento de varias de ellas. No obstante, el certamen terminó de manera adecuada, con la velada de elección y coronación de Venezuela como nueva soberana. Los desfiles tuvieron un alto nivel que fue bien valorado por quienes salieron a las calles a disfrutarlos.
 El gran lunar del evento fue, sin duda, que pese a lo ocurrido con la Feria de Cali, en la que los contagios de la covid obligaron a estrictas restricciones en la capital vallecaucana, el comportamiento de la gente en materia de bioseguridad, en general, fue relajado en demasía, con mucha gente sin tapabocas pese a estar en medio de multitudes, lo cual se va a reflejar, seguramente, en las siguientes semanas en un incremento de la velocidad de expansión de la pandemia en esta región. En esto tenemos aún mucho qué aprender, para tener una conducta cada vez más adecuada de autocuidado, con los protocolos necesarios que protejan la salud pública.
Desde el punto de vista económico, como ya lo anticipa una ocupación hotelera de casi el 100% durante la semana de Feria, los resultados fueron muy positivos, y eso era algo que necesitaba la ciudad, de manera innegable. La reactivación económica en la que avanzamos necesita mantenerse en la misma dirección, sin reversa, y así recuperar empleos y garantizar que la economía se mantenga dinámica, pero es fundamental cuidar también la salud si queremos que en adelante se pueda ir más rápido en la recuperación.