La agreste geografía de Caldas, departamento atravesado de sur a norte por el río Cauca, en medio de las cordilleras Central y Occidental, y bañado también al oriente por el río Magdalena, hace que el tránsito intermunicipal deba cruzar innumerables baches, en medio de carreteras angostas y en muchas ocasiones empinadas, que dificultan a los campesinos el desplazamiento de sus productos desde sus parcelas en parajes de difícil acceso hasta los centros urbanos en los que viven los consumidores. También es difícil llevar suministros desde zonas urbanas hacia las fincas.
Además de las naturales dificultades surgidas de fallas geológicas, terrenos arcillosos y estrechos caminos que en épocas de lluvias se vuelven imposibles de transitar, el hecho de que las carreteras sean en su mayoría destapadas duplican las dificultades a los empresarios del campo. Por eso es tan importante que se estén buscando soluciones en las llamadas vías terciarias, que son las más utilizadas por los campesinos y que históricamente han estado abandonadas por el Estado. En el pasado el aporte de los comités de cafeteros han sido vitales, pero pese a sus ingentes esfuerzos los recursos invertidos siempre fueron insuficientes.
De acuerdo con la Secretaría de Infraestructura de Caldas, que trabaja de la mano de los municipios en muchas de esas carreteras en todo el departamento, en las que también se invierten recursos de regalías y dineros del programa de obras por impuestos, durante el año pasado se construyeron cerca de 33,5 mil metros de placas huellas en cerca de 250 puntos críticos de esas vías que conducen a veredas. Así, en la actual temporada lluviosa y pese a los graves problemas que se han tenido en otras carreteras de la región por deslizamientos y tacos vehiculares, en muchos sectores rurales que antes eran intransitables en momentos como el actual las cosas han mejorado.
Se tiene previsto completar este año 70 kilómetros de placas huellas en todo Caldas, en lo que ha sido fundamental tener en cuenta no solo los criterios técnicos que se manejan desde la Gobernación, sino los conceptos de las comunidades que han podido opinar acerca de sectores que sus miembros consideran prioritarios, no solo por la actividad comercial que tienen, sino también porque son caminos usados por los niños y jóvenes para ir a escuelas y colegios, por ejemplo. Ahora bien, si tenemos en cuenta que la malla vial de Caldas mide 5 mil kilómetros (el 80% son vías terciarias), es evidente que el actual avance, siendo muy significativo, se queda bastante corto.
Ahora bien, otro impacto importante de este tipo de proyectos es que se genera una buena cantidad de empleos. De hecho, con el actual proyecto se han generado cerca de 400 puestos de trabajo, los cuales resultan muy importantes para las economías locales en esta época en que la emergencia sanitaria, debido a la covid-19, exige reacciones efectivas para la reactivación económica. La inversión que se ejecuta en las vías terciarias es de $27 mil millones, y se necesitan más inversiones como esta para obtener un impacto más favorable para el desarrollo regional en el corto y mediano plazo.