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Una Corte Suprema de Justicia con apenas 16 magistrados, de los 23 que debería tener, es la que recibe la terna para fiscal general de la Nación presentada por el presidente Iván Duque de manera sorpresiva, luego de asegurar durante meses que solo la pondría en consideración cuando el alto tribunal estuviera completo. Es curioso que la terna aparezca cuando solo faltan dos semanas para la vacancia judicial. El gran problema es que en marzo próximo, cuando a otros magistrados se les cumpla el tiempo en esa Corte, el quórum mínimo de hoy podría hacer imposible la elección del jefe del organismo acusador. El camino es pedregoso si se tiene en cuenta que las siete vacantes actuales no se han podido llenar debido a falta de acuerdos entre los magistrados actuales.
La terna de Duque está conformada por Camilo Gómez, actual director de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica para el Estado; Francisco Barbosa, alto consejero para los Derechos Humanos, y Clara María González, secretaria jurídica de la Presidencia. Los tres son de entera confianza del presidente. Gómez, excomisionado de paz del gobierno de Andrés Pastrana, es de la entraña del exmandatario; Barbosa fue compañero de estudios universitarios de Duque y gran amigo desde esa época, mientras que González es una uribista pura sangre, a quien el expresidente Álvaro Uribe le dio en el pasado importantes responsabilidades. 
Desde el 15 de mayo pasado, cuando Néstor Humberto Martínez renunció, en medio del escándalo alrededor del poco avance de las investigaciones del caso Odebrecht en su despacho, hay vacancia en ese cargo. Ayer, los magistrados de la Corte escucharon a los tres candidatos a la Fiscalía, pero no se sabe si esa entrevista será suficiente para asegurar el respaldo de todos los magistrados a uno de ellos. En las actuales circunstancias el elegido tendría que lograrlo por unanimidad, prácticamente por aclamación, lo que no se ve fácil.
De manera paralela la Corte recibió ayer, provenientes del Consejo Superior de la Judicatura, las hojas de vida de los juristas que aspiran a llenar las vacantes que hay actualmente en ese tribunal. Habría prioridad en este caso para llenar las vacantes y, posteriormente, concentrarse en analizar a los candidatos a la Fiscalía. Lo complejo es que solo se sabe de una citación extraordinaria de la Corte para el 10 de diciembre, y no se tienen previstas más sesiones en lo que resta del año. Expertos opinan que si durante varios meses han persistido los desacuerdos, no hay muchas razones para pensar que faltando tan poco para la vacancia judicial se tenga ahora luz verde.
También resulta llamativo que el mandatario de los colombianos haya decidido presentar la terna justo cuando en el Congreso de la República se hundía el proyecto que pretendía cambiar el sistema de elección de fiscal, para que fuera más transparente y sin criterios políticos. La idea era que se surtiera un proceso meritocrático del que saldrían 10 seleccionados, y tres de ellos serían escogidos por el presidente para conformar la terna que iría a la Corte. Como sea, el tiempo y las circunstancias no juegan a favor de esa elección.

Ahora bien, el presidente de la Corte, Álvaro Fernando García, se ha mostrado seguro de lograr el consenso de los 16 magistrados que tiene hoy ese organismo, para votar y escoger al próximo fiscal general antes de fin de año. Ojalá que se hagan todos los esfuerzos y no solo haya fiscal sino también vacantes llenas de manera previa, para que esa elección goce de legitimidad. Los casos que esperan al elegido no son de poca monta, y el país espera un alto funcionario independiente, que actúe sin interés distinto al de acertar en sus decisiones.