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Manizales Cómo Vamos presentó el miércoles los resultados de la primera encuesta de percepción del año y la tercera de la serie Mi Voz mi Ciudad que se han aplicado de manera virtual desde que comenzó la pandemia de covid-19. Con ellas se busca detectar la percepción que tienen los ciudadanos acerca de la calidad de vida y de la situación, en general. El resultado es que los manizaleños estamos cada vez más pesimistas y escépticos de lo que está pasando en la capital caldense y de lo que pueda venir en adelante.

 La encuesta fue respondida por 1.584 personas, 55 de ellas de la zona rural, y corresponden a 53% hombres y 47% mujeres. La muestra también se dividió por estratos: 11% alto, 52% medio y 37% estrato bajo. En todos los niveles de análisis de observa, de acuerdo con Manizales Cómo Vamos, que los habitantes de esta ciudad están bastante pesimistas con lo que está pasando, en lo cual lo económico tiene un peso fundamental, sobre todo porque gran cantidad de personas perdieron su empleo durante la cuarentena del año pasado, golpeando sobre todo a los estratos medio y bajo. Y, muchos de ellos no han vuelto a conseguir trabajo.

 Un punto que resulta preocupante, cuando además del correcto autocuidado se necesita avanzar rápido en la vacunación, para poder superar la actual emergencia sanitaria, es que el 35% de los encuestados manifiesta no estar dispuesto a dejarse inocular contra la covid-19, bajo el argumento de que no tiene información suficiente del biológico. Esto debe llevar a las autoridades a reflexionar si están haciendo las cosas bien frente a la claridad y transparencia con la que se maneja el plan de vacunas. Es un asunto que en nada contribuye a la posibilidad de reactivar de manera plena la economía y, por tanto, a recuperar el optimismo.

 Los efectos negativos en la educación, por una virtualidad limitada; en la salud mental por el largo confinamiento que se vivió el año pasado, y en el mundo laboral por la implementación improvisada en la mayoría de los casos del trabajo a distancia, entre otros, también está pasando factura en la percepción que los manizaleños tienen del presente. Afín a este imaginario colectivo hay que considerar la queja que hace la gente alrededor de las deficiencias en los servicios de internet, los cuales vienen teniendo una demanda creciente.

Un punto adicional que debe llevar a las autoridades a reflexionar tiene que ver con la insatisfacción de cómo la Alcaldía, la Policía, el Concejo y la empresa privada están atendiendo la emergencia del coronavirus. De hecho, es diciente que 1 de cada 2 encuestados se sienta insatisfecho con la claridad y con la forma con la que la Alcaldía comunica sus decisiones y medidas. Preocupa, además, que una tercera parte de los encuestados considere que la corrupción ha aumentado durante la cuarentena. Esa falta de confianza es un obstáculo adicional para la recuperación, ya que el optimismo y la confianza son insumos fundamentales en un momento crítico como el que estamos viviendo.