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Curitiba, una de las capitales más ricas de Brasil, es un buen ejemplo para hablar de lo que han logrado hacer algunas ciudades cuando llegan a límites en sus problemas de movilidad. Esta ciudad la consideran muchos como un caso emblemático, porque siendo un territorio que alcanzó altas tasas de contaminación ambiental, entre lo que se cuenta el impacto del transporte, logró un cambio de fondo implantando lo que llamaron Tránsito Orientado al Desarrollo, un eficiente servicio de transporte público en corredores de densidad.
En Manizales se deberían retomar las relaciones de hermandad establecidas con Curitiba hace ya más de 20 años para aprender de sus experiencias, porque las cifras que tenemos de vehículos matriculados de verdad que escandalizan. El último Informe de Calidad de Vida 2024 elaborado por Manizales Cómo Vamos indica que al año pasado se estimaban 257 mil 203 vehículos matriculados, de los cuales 124 mil 160 eran motos y 81 mil 858 correspondieron a automóviles. Este 2025, con seguridad, la cifra ya es mucho más elevada para ambos grupos, que es lo que se observa al transitar en medio de congestiones y desorden.
Lo ratifica la tasa de motorización que presentó este Informe, mostrando que del total de vehículos por cada 1.000 habitantes hubo el año pasado 550, representa un 0,9% más de los que hubo en el 2023, pero no se toman medidas que frenen la tendencia. Para esta, que es una ciudad de calles pequeñas y estrechas, con pocas avenidas y con una deficiente conexión en sentido norte-sur, tener este número de vehículos transitando sobrepasa las capacidades y sigue ocasionado conflictos en la movilidad por falta de áreas de parqueo, pocos semáforos y escasez de cultura ciudadana entre conductores y peatones; pero sobre todo la ausencia de una política pública para reducir los impactos.
De allí que cada vez sean más complejas las congestiones en horas pico y en rutas de entrada a la ciudad especialmente los fines de semana; hay también altas tasas de accidentalidad (un promedio de 500 al año desde el 2016, según el Informe, con muertos y lesionados), sobre todo entre motociclistas. Hay que reconocer que han ayudado a mitigar el problema los programas que tiene en marcha la Alcaldía, como los agentes de tránsito, las cámaras de fotodetección, los semáforos con contador de tiempo, pero falta mucho más. ONU-Hábitat claramente señala que los modelos centrados en los vehículos son insostenibles, no solo por lo antes mencionado, también por la contaminación ambiental que genera tener tanto vehículo circulando.


No parece ser suficiente con que cada tanto se piense en aplicar medidas restrictivas como el pico y placa para reducir el número de vehículos en las calles, que casi siempre obliga es a adquirir más carros y motos. El trabajo debería orientare a crear conciencia ciudadana sobre la importancia de usar prioritariamente otros tipos de transporte, diferentes al particular, más limpios y amables como caminar, la bicicleta o el transporte público dentro del que tenemos ya las tres líneas del cable aéreo que podrán ayudar a mejorar. Si queremos que Manizales siga figurando internacionalmente como una ciudad con buena calidad de vida, mejorar la movilidad es una tarea que no se puede seguir aplazando más.