La carrera por 102 curules en el Senado, de circunscripción nacional e indígena, y hasta 182 en la Cámara de Representantes territorial, indígena, afrodescendiente e internacional comienza el próximo lunes con el cierre de la inscripción de candidatos para el periodo 2026-2030. Conformarán listas a nombre de partidos y movimientos políticos, coaliciones, grupos significativos de ciudadanos (firmas), organizaciones indígenas, afrodescendientes y víctimas del conflicto armado (Citrep) que aparecerán en el tarjetón para la elección del 8 de marzo.
Se espera que por fin den a conocer a los que inician campaña como candidatos. Hay que recordar que un congresista no presenta un programa ni un plan para ejecutar, no es su función, y el que llega con este tipo de estrategia está engañando al elector. La labor de un senador y de un representante es legislar y hacer control político. Más bien hay que hacer énfasis en conocer el currículo completo, trayectoria política y posición frente a temas regionales y nacionales. Toda esta información junta contribuirá a que el votante haga la elección más correcta.
La conformación de listas también propiciará la posibilidad de hacer cambios en la representación de los territorios, abriendo más oportunidades a la participación femenina, que ojalá sea genuina entre las organizaciones y no se siga utilizando a las mujeres en política para cumplir un requisito en lo referente a la cuota de género, pero que en el fondo no es más que el préstamo del nombre para llenar una lista y trabajar al servicio de caciques. Son prácticas que deben ser erradicadas, así todavía el país no cuente con una reforma política y electoral que tanta falta está haciendo para corregir irregularidades como esta.
También será el momento para verificar que quienes hoy están terminando sus periodos como congresistas y busquen continuar, sí le hayan cumplido al departamento a través de los proyectos de ley que tramitaron, de su control político y de cómo votaron a iniciativas del Gobierno nacional. Como están las cosas hasta el momento, Caldas solo tendrá aspirando al Senado a unos tres o máximo cuatro candidatos de este departamento, lo que es muy riesgoso porque al ser una circunscripción nacional se vuelve complejo y exigente llegar a ser senador en medio de una lista con otros 100 aspirantes igual o más fuertes y con mayor capital electoral. Volver al Senado territorial también se hace una necesidad vía reforma. Solo así se evitará que muchos políticos oportunistas de otras regiones vengan a ofrecer maravillas a cambio de votos y después se olviden que hicieron promesas para estas tierras.

Se viene una elección clave para el país porque la compleja relación entre el Congreso de la República y el Gobierno nacional ha ratificado que es la institucionalidad lo único que puede mantener a flote la conformación del Estado, de allí que sea muy importante escoger bien, a candidatos realmente preparados y con el conocimiento y la experiencia suficientes para legislar conforme a la constitución y a las leyes, no solamente por conveniencias politiqueras o intereses personales.