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… y otra administración municipal que sigue haciendo uso excesivo de la contratación directa por más que se ha advertido que esta figura, siendo legal, es altamente riesgosa cuando se abusa de ella y de por medio hay recursos públicos, que son de todos. Infimanizales, Assbasalud, Promotora de Eventos y Turismo (antes Instituto de Cultura y Turismo) y Asociación Cable Aéreo son cuatro de trece entidades descentralizadas de la Alcaldía de Manizales en las que la Corporación Cívica de Caldas (CCC) detectó esta situación, luego de analizar la contratación del primer trimestre de este año, bajo la recién llegada alcaldía de Jorge Eduardo Rojas.
Hay que poner el espejo retrovisor para recordar que en el ejercicio de Lupa a la Contratación, una alianza entre la CCC y LA PATRIA, se viene haciendo esta misma advertencia desde la primera alcaldía de Rojas, luego en la de Octavio Cardona y en la de Carlos Mario Marín. La contratación directa debería ser una excepción, no la regla, y más bien que todas las entidades, centralizadas o descentralizadas del Municipio, así estén amparadas por régimenes especiales, deberían ceñirse a mecanismos que brinden garantías de transparencia.
En esta reciente Lupa a la Contratación también se detectaron otras situaciones comprometedoras, que la Administración Rojas debería tratar de corregir cuanto antes. Ningún gerente, director, secretario o jefe se puede negar a hacer su declaración de conflicto de interés; tampoco abstenerse a suministrar datos públicos, como el registro de información en el Secop o el reporte incompleto sobre contratistas y sus representantes legales; mucho menos prescindir de revisores fiscales para garantizar de forma permanente transparencia y legalidad en las operaciones financieras y administrativas.
Preocupa igualmente la recurrencia en contratos laborales por prestación de servicios, que pueden poner en riesgo jurídico las entidades al tipificarse una posible nómina paralela. El alcalde Rojas no puede olvidar que su elección se dio en un momento de alto descontento político y social por la forma como se venía administrando el municipio, que lo obliga a ser muy cauteloso frente a prácticas que traía la anterior Administración y que no fueron bien recibidas porque llevaron en muchos casos a la ampliación en la cuantía y en los tiempos de ejecución de los contratos.

Se sabe que toda administración acoge muchos de estos mecanismos para agilizar procesos y facilitar la adquisición de bienes y servicios; más si se trata de un gobierno que está iniciando periodo y quiere empezar a mostrar logros, pero particularmente el municipal llegó con basta experiencia en lo público y por eso la exigencia es más alta. No deberían exponerse a estos riesgos, innecesarios, en la contratación pública que acercan demasiado a la corrupción.