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Las cámaras de fotodetección de infracciones de tránsito en Manizales entraron a operar el 5 de noviembre del 2024, y aunque son una herramienta para medir la movilidad que sigue teniendo detractores, los resultados son mucho más contundentes que las quejas. Entre noviembre y diciembre del año pasado se impusieron 14.083 comparendos con este mecanismo, que reflejan 7.041 infracciones por mes; mientras que del 1 de enero al 2 de octubre de este 2025 fueron 45.863, que equivalen a 5.096 por mes. Esos 1.945 comparendos mensuales menos son la cifra más irrefutable de la utilidad de estos dispositivos, están representando mayor seguridad vial.

Lo que significa sentirse vigilado cuando se conduce, y es lo que les molesta a algunos, ha servido para detectar a conductores indisciplinados, a infractores que no les gusta cumplir con normas de tránsito a las que nos acogemos la mayoría de ciudadanos. Estas cámaras en la ciudad reportan, por ahora, tres infracciones: tener desactualizada la revisión tecnicomecánica, pasarse un semáforo en rojo y tener vencido el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), que no son ninguna exigencia adicional a lo que contempla la ley en Colombia.

Como lo hemos dicho en anteriores oportunidades, ojalá las cámaras de fotodetección vial también estuvieran midiendo y vigilando que los conductores de carros y de motos no sobrepasaran los límites de velocidad exigidos, porque todavía no han tomado consciencia de que no están transitando por autopistas y que las vías en general de esta ciudad son pequeñas y estrechas por las que circulan personas de todas las edades y hay que priorizar la protección de sus vidas.

La Secretaría de Movilidad debería evaluar si se expide por decreto en zonas urbanas un máximo de velocidad de 40 kilómetros por hora, que permite maniobrar en caso de tener que reaccionar en un accidente; incluso considerar los 30 km/h para zonas especiales como las escolares y las de salud que se pensó en algún momento para la ciudad, y además incluir el exceso de estas velocidades en la lista de detección de infracciones a través de cámaras.

Hay que saber sacarle provecho a esta tecnología en el Municipio y empezar a considerar también contravenciones como transitar en contravía, muy común especialmente entre motociclistas que se pasan de carril en avenidas por donde transitan los peatones, todo con el fin de hacer sus recorridos más cortos y ágiles.

No se trata de tener al gran hermano respirando en la nuca, como en la novela de George Orwell que describe un gobierno autoritario, controlador de todos los ámbitos de vida de las personas hasta dejarlas sin privacidad. Esto es una necesidad de que se tengan mejores comportamientos en los espacios públicos en donde estamos todos, con iguales derechos y también con deberes. Ya algunos conductores reconocen que estas 23 cámaras ubicadas en 14 puntos de Manizales han servido para “medirse” y ser más responsables cuando se está frente al volante. Pero se necesitan más, porque siguen siendo muchos los conductores, especialmente de motocicletas, que persisten en quebrantar las normas.