El gobernador, Henry Gutiérrez Ángel, de cara a su tercer año del cuatrienio para el que fue elegido, contará en el 2026 con un presupuesto de rentas y gastos que bordea el billón y medio de pesos, aprobado por 12 de los 14 diputados de la Asamblea Departamental. Este es un voto político importante que tranquiliza a la Administración; no obstante, la debe comprometer a ejecutar los recursos anunciados, al menos tal y como quedó planteado en el proyecto de ordenanza, entre lo que se puede destacar que la inversión estimada será de $1 billón 133 mil 281 millones, que es casi el 76% del presupuesto, y está indicando que habrá un incremento del 20% con respecto a la inversión que concluye en este 2025.
Con este músculo financiero, la Gobernación ya puede el próximo año centrarse en mejorar las inversiones y ejecuciones, porque en lo que va transcurrido del periodo no ha sido lo más sobresaliente de la Administración; lo que viene para la segunda parte deberá ser justamente eso, con los recursos aprobados llevar a la práctica lo que se tiene planteado en metas del Plan de Desarrollo de Caldas 2024-2027, que proporcionalmente va ligado a ir mejorando condiciones de vida en las necesidades más apremiantes de la población. Que aparezcan asuntos de infraestructura, agro, medio ambiente, seguridad, salud y educación no representan un capricho, es lo que piden las comunidades y a ello hay que apostarle.
Según el presupuesto departamental, el gasto público social será de $866 mil millones, que es un crecimiento del 13% frente al de este año. Si es así, la cifra se tiene que reflejar en las ejecuciones, porque los dos diputados que votaron negativo este presupuesto están haciendo un llamado a que los recursos públicos se administren con eficiencia y criterios estratégicos, que no están viendo reflejado en la estructura presupuestal para el próximo año. Hay intranquilidad porque no se detallan inversiones importantes en aspectos como la disminución de la pobreza, mejoramiento y estabilidad de vías, y lo que prevén para este último tema es que la Administración podría terminar con un rezago cercano al billón de pesos que sería bastante complejo como balance final del Gobierno.
También se indica que siguen siendo altos los gastos de funcionamiento en la Gobernación de Caldas, y si es como lo anunció de manera general sobre el presupuesto 2026 el secretario de Hacienda departamental, John Alexánder Alzate, “... los recursos van a ser limitados ante tantas necesidades que tiene nuestro territorio”, se debería estar pensando es en reducir todos estos gastos de funcionamiento y diseñar una robusta estrategia de austeridad y transparencia, de manera que las prioridades estén enfocadas en que los pocos pesos que entren vayan a lo más urgente en los municipios.
Igualmente esperamos que el gobernador y todo su equipo de secretarios y gerentes hagan una efectiva gestión de recursos nacionales y extranjeros para ayudar a reforzar el presupuesto del departamento. No nos podemos quedar tranquilos con lo que llega vía Sistema General de Participaciones. El mundo, cada vez más globalizado, obliga a ser muy recursivos y a pensar más allá del territorio para encontrar apoyos.