Hace unos tres años, la Nueva EPS figuraba entre las de mejor calificación por sus servicios y satisfacción de sus afiliados, pero se convirtió en la que mayor inseguridad y reclamos está acarreando a quienes están en tratamientos médicos, requieren atención de urgencias o de una cirugía. Hacemos un urgente llamado a las directivas nacionales de Nueva EPS y a su interventora, porque lo que se está viviendo en Manizales pone en serio peligro la vida y la salud de sus usuarios.
No puede esta EPS seguir negando lo que su población clama para ser atendida, porque para eso no ha dejado de hacer cada mes los pagos correspondientes a la cuota de afiliación, con el compromiso de recibir a cambio atención médica, de urgencias, medicamentos, cirugías, exámenes y demás procedimientos contemplados en un plan de salud, que no está cubriendo a cabalidad. Se constituye en un incumplimiento del contrato de afiliación de miles de personas. Tampoco puede esta EPS seguir eludiendo habilidosamente los cobros de las clínicas y hospitales que forman parte de su red prestadora de servicios, por falta de cancelación desde hace meses de deudas que ascienden a miles de millones de pesos.
Es hora de que la Nueva EPS entienda que está desestabilizando a cuentagotas toda una red de salud, en una ciudad capital que tiene los recursos medidos en esta área, porque con cualquiera de sus instituciones que falte complejiza la atención y hay que encender alertas, no solo en Manizales también para quienes llegan remitidos de otros municipios de Caldas. El Hospital Departamental Santa Sofía y la Clínica Avidanti tienen suspendidos sus servicios para afiliados de Nueva EPS por falta de pago. La Clínica San Juan de Dios, Funpaz (ambos de atención psiquiátrica), el Hospital Infantil de la Cruz Roja Caldas y nuevamente el SES Hospital Universitario de Caldas tienen restringida la atención a quienes lleguen de Nueva EPS igualmente porque no les pagan.
Cómo es posible que ni siquiera las solicitudes elevadas desde la Secretaría de Salud Pública de Manizales, como autoridad territorial, no tengan una respuesta a los incumplimientos de la Nueva EPS o que no haya en esta empresa un interlocutor responsable para buscar salidas. Tampoco se debe seguir tolerando que cada que un hospital o una clínica decide limitar servicios o suspenderlos, esta EPS salga rápido y se comprometa con un plan de pago, gire unos cuantos pesos, pero deje transcurrir unos días y parece que se olvidara de que tiene deudas por pagar con las que se comprometió, y de paso es lo que está dejando ilíquidas a las IPS.
Manizales en salud vive una situación crítica. Estamos en alerta hospitalaria por la crisis de salud en el país. Rogamos porque no ocurra una emergencia y ninguno de los afiliados de Nueva EPS, que a febrero del 2024 eran 351 mil 946 en Caldas, tenga que morir a las puertas de los hospitales y de las clínicas porque no hay quién los atienda debido a la falta de pagos de esta empresa.