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Muchos venezolanos en su propio país o desde otras latitudes, donde están millones que han migrado de esa Nación por no aguantar el régimen absolutista de Nicolás Maduro, se siguen indignando. Aunque hace tres meses se firmaron los acuerdos de Barbados entre ese Gobierno y la oposición política para celebrar elecciones presidenciales en el segundo semestre de este 2024, y darles garantías a este sector, a la prensa y a observadores internacionales, cambió ahora de decisión. El Tribunal Supremo de Venezuela confirmó que María Corina Machado está inhabilitada por 15 años y no puede seguir como candidata presidencial de la oposición.
La Contraloría General de Venezuela inhabilitó a Machado en junio para postularse a cargos de elección popular, por apoyar las sanciones de Estados Unidos contra el Gobierno Maduro y respaldar a Juan Guaidó como dirigente opositor. Pero cuando ella solicitó al Tribunal, que lleva años fallando a favor de Maduro, si había algún tipo de inhabilidad, nunca se lo confirmó. Todo indica que el reversazo tiene que ver con la fuerza política que ha tomado Machado, electa en octubre como candidata en los comicios primarios con una amplia victoria que le da representatividad.
Maduro y su Gobierno tiran por la borda el acuerdo de Barbados, que era un intento por retomar la participación electoral sin fraudes como han denunciado en las elecciones presidenciales de 2017, 2018 y 2021. Incluso Maduro se hizo reelegir en 2019 como presidente en unas votaciones consideradas fraudulentas por EE.UU., la Unión Europea y otros países. Con toda razón la oposición asegura que esto es un intento de Maduro, que otra vez se postula como candidato del oficialismo, para evitar enfrentarse a un candidato que pueda derrotarlo.
EE.UU. comenzó en octubre a aliviar las sanciones impuestas al Gobierno Maduro, basado en el acuerdo de Barbados, pero con lo sucedido condicionó seguir con la medida si el Gobierno venezolano insiste en prohibiciones e inhabilidades, como la impuesta a Machado, en mantener presos estadounidenses y políticos. Además, senadores republicanos de EE.UU. enviaron una carta al Departamento de Justicia norteamericano para que se publique el expediente del colombiano Alex Saab, colaborador de Maduro que estaba detenido en una prisión de Miami señalado por ser su testaferro y que fue liberado en diciembre por el presidente Joe Biden en un intercambio de presos. Saab fue recibido en Venezuela por Maduro como héroe.

Se vuelve a enrarecer el ambiente político venezolano y la responsabilidad la tiene su Gobierno, que denunció un supuesto complot de periodistas y activistas para asesinar a Maduro y sigue deteniendo personas como posibles conspiradores. Maduro señaló que los acuerdos estaban heridos de muerte. Fácil manera de hacerle el quite a la legalidad, a la transparencia y a unas elecciones sin engaños, que era lo que se pretendía. La salida todavía puede ser que EE.UU. vuelva a imponer las sanciones, la mayoría económicas, por incumplimientos de Venezuela. Mientras tanto el Gobierno colombiano calla sobre la falta de democracia en Venezuela.