Los Juegos Deportivos Nacionales y Paranacionales del Eje Cafetero entre noviembre y diciembre del 2023 fueron una especie de éxtasis para la infraestructura deportiva en Caldas. Aunque para la ejecución de estas justas se tuvieron que sortear infinidad de problemas administrativos, técnicos y hasta políticos para que los gobiernos de turno hicieran obras que llevaran a atender esta cita con el deporte, los deportistas y los espectadores de todo el país.
Al menos ese objetivo se logró, así no entregaran los seis escenarios anunciados entre la Alcaldía de Manizales y la Gobernación de Caldas. El Coliseo Multipropósito y el Complejo Acuático del Bosque Popular El Prado en Manizales no los hicieron; el Coliseo Mayor no alcanzó a estar listo, y pudieron ser usados, aún faltando obras, el Coliseo Menor, el Patinódromo del Bosque Popular, en Manizales, y el Centro Internacional de Aguas Abiertas en el lago Cameguadua de Chinchiná. Este último se empezó a construir el 3 de marzo del 2022 y no está terminado.
Lamentable lo que se ve dentro de este Complejo como constató LA PATRIA. Cómo es posible que después de un contrato con cuatro suspensiones, tres prórrogas y de haber invertido 10 mil 423 millones de pesos, que resultaron siendo 2 mil 969 millones de pesos más que el valor inicialmente contemplado por la Gobernación, no hayan concluido obras. Lo que reporta el actual secretario de Deporte de Caldas es que el predio lo recibieron sin acabados en divisiones, pisos y cielos; sin recubrimientos de paredes y baños; sin cerramiento externo; además, la piscina tiene fugas y daños en equipos y tuberías.
Lo del Complejo Acuático es una obra más de la Gobernación que derivó en enfrentamiento entre administraciones: la pasada de Luis Carlos Velásquez y la actual de Henry Gutiérrez. Se acusan mutuamente por diferentes motivos, y los problemas se están quedando en ese punto mientras el tiempo avanza en contra de los escenarios deportivos. Para esto es que se requiere de una ciudadanía organizada en veedurías que le estén haciendo seguimiento a las obras y exigiendo cumplimiento, pero además de organismos de control efectivos que vigilen y cuiden los recursos públicos o tomen las medidas que se requieran para pedir la culminación de las obras.
Hay que sumar el mal estado del sintético de la cancha auxiliar Luis Fernando Montoya, en la Unidad Deportiva Palogrande, a cargo de la Alcaldía de Manizales. Se volvió un campo con huecos que expone a los jugadores a posibles lesiones y dificulta las jugadas. Además del mal estado del cerramiento. La Secretaría de Deporte asegura que han hecho intervenciones, y que el problema es la sobrecarga de la cancha porque fue hecha para partidos de fútbol, no para entrenamientos, ni para otras disciplinas como se usa. Anunció obras de mantenimiento desde el 30 de septiembre, pero no comienzan.
Después de lo positivo de haber sido sede de Juegos Nacionales, no se puede permitir que los escenarios se vuelvan obras inacabadas por los trámites oficiales y las reclamaciones. Hay que dejar que las oficinas jurídicas se ocupen de los contratos, mientras otras dependencias terminan las obras comenzadas. Nuestros deportistas también merecen espacios en los que se sigan formando.