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Foto / www.freepik.es / LA PATRIA / Esté atento a sus niveles de azúcar en sangre y siga las recomendaciones médicas.

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Las complicaciones renales están cada vez más presentes en los pacientes diagnosticados con diabetes. Se estima que hasta el 40% de las personas con diabetes tipo 2 desarrollará Enfermedad Renal Crónica (ERC), una patología que avanza silenciosamente y que muchas veces se detecta solo cuando el daño en los riñones es severo.

Es fundamental reconocer la importancia de la prevención, el diagnóstico y tratamiento oportuno, para evitar la progresión hacia la insuficiencia renal, la necesidad de un trasplante y, en consecuencia, contribuir a que más personas en lista de espera puedan recibir el órgano que tanto necesitan.

En Colombia, más de un millón de personas viven con ERC, la cual se produce cuando los riñones están dañados y ya no pueden filtrar las toxinas de la sangre ni regular adecuadamente el equilibrio de agua y electrolitos en el cuerpo. En etapas avanzadas, se requieren tratamientos como la diálisis o el trasplante de riñón para mantenerse con vida.

Debido a su carácter epidémico y elevada morbimortalidad, la ERC es un problema de salud pública global. En el país, esta patología ha incrementado un 25% entre 2022 y 2023, representando una reducción en el bienestar de los pacientes y un incremento en los costos para el sistema de salud. Es fundamental que quienes tienen factores de riesgo, como los pacientes con diabetes, tomen acciones preventivas para evitar la migración a ERC.

“Los pacientes diabéticos deben ser conscientes del riesgo elevado que tienen de padecer ERC. No se pueden normalizar los síntomas, ni minimizar señales de alerta. Ante cualquier cambio es fundamental acudir al médico. Prevenir el deterioro renal no solo mejora la calidad de vida, también puede evitar la progresión a diálisis, trasplante o incluso la muerte”, aseguró Jorge García, fundador y director de la Fundación Retorno Vital.

 

Desarrollo silencioso

Cuando los niveles de azúcar en la sangre no están bien controlados, los pequeños vasos sanguíneos del riñón pueden dañarse, afectando su capacidad de filtración, la regulación del equilibrio corporal, la eliminación de desechos, entre otras funciones.

Un estudio realizado por Ipsos, Bayer y la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión (SLANH) en Colombia, Brasil, México y Argentina, evidenció que el deterioro de la función renal está presente en el 30% al 50% de los pacientes con diabetes tipo 2.

En las primeras etapas de la ERC, puede que no se presenten síntomas evidentes, pero a medida que el daño progresa, aparecen señales como cansancio persistente, vómito constante, pérdida de apetito, aumento de peso, calambres, hinchazón en pies y tobillos o cambios en la producción de orina, los cuales deben ser motivo de consulta médica.

 

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Silvia Rey, asesora médica senior para temas cardiorrenales en Bayer, dijo que “el 80% de los pacientes no son diagnosticados con ERC en etapas tempranas, limitando su acceso a tratamientos oportunos".

Se estima que solo el 10% de las personas con problemas renales recibe tratamiento, lo que está ligado a la ausencia de síntomas evidentes, la falta de conciencia sobre la importancia del autocuidado; así como la carencia de una atención integral y coordinada entre diferentes especialidades médicas para abordar las complicaciones de manera efectiva y prevenir su progresión.

Detectar oportunamente la ERC en pacientes diabéticos puede marcar la diferencia entre mantener su calidad de vida o enfrentarse a complicaciones severas, pues cuando esta patología se detecta a tiempo, el riesgo de progresión al estadio más avanzado de la enfermedad puede reducirse hasta en un 50%.

 

¡A cuidarse!

Entre las principales estrategias, se destacan:

- Mantenga un peso saludable.

- Monitoree y controle los niveles de glucosa en sangre de forma constante.

- Procúrese una alimentación balanceada, baja en sodio y azúcares refinados, que incluya frutas, verduras, proteínas y grasas saludables. Limite la cantidad de carbohidratos (arroz, papa, yuca, plátano, pan, entre otros).

- Elimine el consumo de alcohol y tabaco.

- Realice actividad física de forma regular, adaptada a su condición; todo con asesoría profesional.

- Acuda mensualmente al médico para el control de la diabetes y solicite pruebas para evaluar el estado del riñón por lo menos una vez al año.

 

 


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