Adolfo Cortés
LA PATRIA | MANIZALES
En los últimos 15 días en La Dorada, dos menores de edad sufrieron accidentes por mordedura de perros.
El primer caso y más grave ocurrió el sábado 27 de julio en la vereda Purnio.
La afectada, una niña de nueve años, con heridas en el antebrazo y codo izquierdo.
De acuerdo con el dictamen médico, la lesión fue compleja y con heridas paralelas de unos 10 centímetros y otras cuatro en la región cubital (antebrazo).
La niña fue atendida en el Hospital San Félix de La Dorada.
Este se consideró un caso grave, porque no se observó al animal, aunque a la paciente se le aplicó la vacuna antirrábica y requirió suero y antibióticos.
Por la severidad de las lesiones, que podrían ocasionarle una deformidad estética, la paciente fue remitida para valoración por cirugía plástica.
El animal, que según dicen, está vacunado y se había extraviado. Al parecer, en ese tiempo mordió a otra persona.
El técnico de Saneamiento Ambiental Iván Gustavo Estrada asegura que el animal permanece en cuarentena en el Coso Municipal.
El caso más reciente ocurrió el pasado viernes 2 de agosto en el barrio Santa Lucía. Una niña, de ocho años, narró en Urgencias del Hospital San Félix que estaba cerca a su casa cuando un perro la atacó ocasionándole heridas en las piernas y en el brazo derecho.
"La lesión, de unos cinco centímetros en la parte inferior de la pierna izquierda tiene bordes irregulares, con una profundidad de por lo menos medio centímetro, sin alterarle los movimientos del pie. En la pierna derecha le produjo lesiones de unos cuatro centímetros".
Asegura el informe que este accidente rábico se clasifica como leve y a la paciente se le aplicó la vacuna antirrábica.
Las autoridades prometieron hacer cumplir el Código de Policía que sanciona a los propietarios de perros potencialmente peligrosos por no ponerles bozal y tradilla.
Carolina Celis, directora de Salud Pública de La Dorada, sostiene que los técnicos de saneamiento se encargan de hacer seguimiento a estos casos. Advierte que pese a que se hacen campañas para que los dueños de estas razas peligrosas cumplan con las exigencias, los mayores problemas se presentan, porque pasean a estos caninos sin bozal y sin tradilla.
Iván Gustavo Estrada, técnico de Saneamiento Ambiental, asegura que a veces es complicado recuperar al animal que ocasiona el accidente, porque la familia lo esconde o suministra una dirección errada. "Piensan que los vamos a sacrificar, pero lo que hacemos es llevarlos a cuarentena al Coso Municipal".
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De acuerdo con el Código de Policía y Convivencia, trasladar caninos de raza peligrosa sin bozal, correa y demás elementos establecidos, acarrea una multa tipo 2: ocho salarios mínimos, $200 mil aporximadamente.
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