Lo pillaron espiando a una mujer en un baño

LA PATRIA | MANIZALES

Los gritos de una trabajadora de un centro comercial de Manizales llamaron la atención de la gente que caminaba por el sitio, el pasado martes en la tarde. Al observar lo que ocurría encontraron a un hombre con la cabeza ensangrentada y a una mujer lanzándole improperios y golpeándolo con una correa.

El que aparentaba ser la víctima realmente era un fisgón. El sujeto, según una testigo, llevaba un rato dando vueltas, su mala apariencia llamó la atención, pero nadie se alertó porque tampoco le vieron haciendo algo que ameritara tenerlo en la mira.

Al menos eso pensaron, hasta que la mujer que gritaba explicó que ella entró al baño y notó que alguien la observaba desde el cubículo de enseguida. Alterada sacó la correa y lo atacó, hasta que llegaron los vigilantes, lo detuvieron y lo llevaron hasta el sótano, en donde lo entregaron a la Policía.

La testigo sostuvo que en el baño del sexto nivel, donde encontraron al fisgón, también permanecía una pequeña de 11 años, aunque no se comprobó si la alcanzó a observar.

El solo hecho de llevar a cabo una acción tendiente a observar mujeres en su momento íntimo es una violación de la intimidad de su víctima y se convierte en acoso sexual por observar sus partes íntimas.

Lo que dice el Código Penal

El que en beneficio suyo o de un tercero y valiéndose de su superioridad manifiesta o relaciones de autoridad o de poder, edad, sexo, posición laboral, social, familiar o económica, acose, persiga, hostigue o asedie física o verbalmente, con fines sexuales no consentidos, a otra persona, incurrirá en prisión de uno a tres años.

La víctima puede ser hombre o mujer. Esa pena no necesariamente representa que haya cárcel para el agresor.