Carlos Mario Mantilla Trejos

Foto | Cortesía | LA PATRIA Carlos Mario Mantilla Trejos terminó absuelto en dos casos. El tercero está en manos de la Corte Suprema de Justicia.

Carlos Mario Mantilla Trejos, docente de Ciencias Naturales y Química, terminó señalado por estudiantes de una institución educativa de Riosucio de acosarlas sexualmente. Eso le valió una condena de 15 meses de prisión, que luego le rebajaron a 12.

Sin embargo, él peleó por su inocencia y ante lo que consideró como una persecución, dado que su caso se volvió mediático. Hoy, absuelto por dos hechos, y con el tercero presentado ante la Corte Suprema de Justicia, espera limpiar su nombre, aunque ya se cumplió la sentencia que lo llevó a estar tras las rejas.

 

Denuncias anónimas, el inicio

En marzo del 2020 se llevó a cabo una actividad por el Día de La Mujer en el colegio, en la que no podían participar los hombres. En distintos puntos, alguien pegó unos panfletos anónimos, en los que denunciaban al docente.

Seguido a eso, una estudiante decidió acudir con su madre ante los directivos y manifestó que también era víctima del acoso sexual. Así le siguió otra, que acudió también a la Fiscalía, al tiempo que directivos enviaron las quejas ante la Secretaría de Educación, que se remitieron a la Procuraduría Regional.

Justo en ese entonces empezó la pandemia de la Covid-19, lo que obligó a que las clases se dieran de manera virtual. Finalizando el año se pretendía llevar a cabo la imputación de cargos, pero se debió aplazar y se hizo a inicios del 2021, ante el Juzgado Penal del Circuito de Riosucio por presuntos delitos sexuales.

En medio del proceso judicial apareció el testimonio como testigo de otra joven, mayor de edad, quien terminó vinculada como la tercera víctima. Sin embargo, la Fiscalía nunca expuso como pruebas los panfletos que habían quedado en manos de funcionarios de la institución educativa.

Mantilla Trejos explicó que también citaron al rector para que diera testimonio y aportara documentos. Este presentó quejas de carácter disciplinario anteriores a la época de los supuestos hechos (2019 - 2020), que ya habían sido objeto de juzgamiento y a favor del docente.

"En el transcurso del juicio, una testigo de la defensa fue clara en decir que a las estudiantes se les indicó que para esa actividad debían llevar un documento en que llevaran frases alusivas al Día de La Mujer, no era manifestación contra mí. Hubo una que empezó a escribir en cinco hojas, era la única con tantas. Cuando salen al descanso, se empiezan a ver las acusaciones contra mí y otros docentes", dijo.

Le pareció curioso que frente a esos señalamientos, que solo prosperaron contra él, no hubo doliente. Como no se entregaron como pruebas, su defensa no tuvo oportunidad de determinar la caligrafía y demostrar que una misma persona fue la encargada.

Tras el inicio del juicio, el profesional recordó que se ejerció una presión mediática, como el bloqueo de la entrada y el aviso de que llegarían denuncias más delicadas contra él, como casos de violación cometidos en el interior. Hasta la fecha, ninguno.

"Eso pretendía minar la confianza del juicio. Un día convocaron a estudiantes para salir con instrumentos a protestar en mi contra. La realidad es que lo mío fue un proceso sistemático continuado", recalcó Carlos Mario.

 

Encierro, condena y absolución a medias

El 7 de octubre del 2021, el Juzgado dio sentido de fallo condenatorio y se ordenó la detención del docente. El 10 de diciembre fue la lectura de sentencia, lo absolvieron por una denuncia, ante la inexistencia del delito. Por los otros dos hechos terminó condenado a 15 meses de prisión, por acoso sexual.

A partir de ahí recibió el acompañamiento de otro abogado, César Augusto López Londoño, quien envió recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Manizales. El 1 de febrero del 2024 se revocó parcialmente la decisión de primera instancia y salió inocente por un segundo caso por las mismas circunstancias del primero.

Así quedó condenado por el tercer hecho, en el que la denunciante fue la mayor de edad. Lo declararon inocente por las dos primeras denuncias que presentaron estudiantes menores. Le rebajaron la pena a 12 meses, aunque ya había pagado en la cárcel ese tiempo, en medio de agresiones, maltrato y amenazas.

Sin embargo, no dio el brazo a torcer y espera una tercera instancias, que es la casación presentada ante la Corte Suprema de Justicia, a la espera de trámite en Bogotá.

 

Persecución por denunciar

Carlos Mario Mantilla Trejos sostiene que su activismo político dentro del Pacto Histórico, su labor sindical y las denuncias de corrupción desencadenaron en esta persecución que lo llevó a estar encerrado.

Dice que las acusaciones en su contra se dieron en medio de investigaciones de la Unidad de Inspección y Vigilancia de la Gobernación de Caldas, que durante dos semanas visitó la Institución por investigaciones de tipo administrativo. Eso incluso desencadenó en traslado de empleados, al tiempo que a él lo detenían.

"Una exfuncionaria fue de las que evitaron que ingresaran estudiantes y cerró la puerta del Colegio en la manifestación. En su contra se adelantaba un proceso por acoso laboral, estaba realizando acciones por fuera de sus funciones, desbordando dichas funciones", explicó Mantilla Trejos.

Pero no es lo único por lo que cree que se desató dicha persecución. Fue también quien denunció presuntas irregularidades en la cancha de la Institución, dado que se firmó un contrato con particulares para la realización de eventos y venta de licor.

 

Poco tiempo con las denunciantes

"A medidados del 2018 me trasladaron a Viterbo por amenazas, hechos debidamente registrados, y volví en abril del 2019. Nunca le di clases a una de ellas ese año, la mamá aseguró que sí", dice el docente.

Él sostiene que la estudiante fue su alumna en el 2016, pero los hechos jurídicamente relevantes fueron tres años después. Además, era imposible que estando trabajando en otro municipio, por cuestión de intimidaciones, hubiera acosado a la estudiante.

Además fueron pocas las veces que tuvo contacto con las otras dos alumnas, quienes aprobaron sus años, lo que demuestra que nunca ejerció coacción sobre ellas, que era un argumento que usaron para decir que las acosaba sexualmente.

La denuncia indicaba que Mantilla les pedía fotos desnudas y les enviaba mensajes pasados de tono por redes sociales, además de que les había ofrecido dinero y a una supuesta víctima la tildaba de bruta. Él se mantiene en que eso nunca ocurrió.

"Ella (la denunciante cuyo proceso está en casación) dijo que no podía entregar esas pruebas porque había eliminado el contenido del celular. Era obligación de la Fiscalía realizarme un arqueo de redes sociales o una búsqueda exhaustiva, podían decomisar mi celular y revisar la memoria. No lo hicieron", dice.

 

Prioridad: Su inocencia

La semana pasada, Carlos recibió la notificación de la Procuraduría de Antioquia, en la que le indican el cierre de las investigaciones disciplinarias en su contra. Las presuntas víctimas, que contaban con cinco días para apelar, no lo hicieron.

Él asegura que su prioridad ahora es pelear por la inocencia en el tercer caso y luego analizaría la posibilidad de denunciar a las personas que lo señalaron por los delitos sexuales.

 

¿Qué pasó ante la Procuraduría?

Mantilla Trejos sostiene que buscaban su destitución ante la Procuraduría por faltas gravísimas por delitos sancionables en calidad de dolo.

Sin embargo, el pasado 12 de agosto, la entidad le notificó la prescripción de la persecución disciplinaria, además porque tampoco hubo apelación de las alegadas víctimas ni de sus apoderados.

 


Haga clic aquí y encuentre más información de LA PATRIA.

Síganos en FacebookInstagramYouTubeXSpotifyTikTok y en nuestro canal de WhatsApppara que reciba noticias de última hora y más contenidos.