El 15 de diciembre del año pasado, dentro de una vivienda en el sector Los Barrancos, de La Dorada, hallaron baleados a Rubén Darío Giraldo, de 61 años; Kevin Martínez, de 18, y Jesús Enrique Rondón, de 28.

Martín Augusto Durán, secretario de Gobierno de Caldas en ese entonces, sostuvo que la masacre estaría relacionada con retaliaciones o ajustes de cuentas. Dos días antes en Norcasia mataron a Jhon Jairo Arango Galeano, de 39 años, y a Marco Luis García García, de 31 años.

Pero ¿retaliaciones entre quienes? Una fuente consultada por LA PATRIA aseguró que en el Magdalena Centro hay un posible reacomodamiento de grupos de exparamilitares que quieren tomar el control de una zona llamativa para el tráfico de estupefacientes, así como la minería y la tala ilegal.

Algo similar piensa Eisenhower Djanon Zapata, miembro de la Mesa Departamental de Víctimas de Risaralda y defensor de derechos humanos.

Según él, se trataría de la intención del Clan del Golfo, a través del Clan de Oriente, de asentarse en la región, y encontraría en Oliverio Isaza, Terror, la resistencia a ese objetivo.

Sin embargo, el actual secretario de Gobierno de Caldas, Jorge Andrés Gómez Escudero, respondió que se debe creer en las labores de inteligencia de las autoridades como Ejército y Policía, que aseguran que en el departamento no existen grupos armados ilegales y todo apunta a pequeñas bandas locales.

De La Dorada a la región

"En esta zona siempre fue fuerte el paramilitarismo, pero antes estuvo todo lo relacionado con el narcotráfico y el cartel de Medellín, en razón de que en Doradal, Puerto Triunfo y Puerto Boyacá tenían áreas para esconderse, y finalmente la coparon las Autodefensas de Ramón Isaza", dijo Zapata.

Precisamente en cabeza de Oliverio, hijo del excomandante paramilitar, estaría el rearme en el Magdalena Medio, con su centro de operaciones entre La Dorada, Norcasia y Samaná. Añadió que oculta sus pretensiones bajo la fachada de líder social y comunitario.

Frente al Clan del Golfo, indicó que tras la captura y muertes de miembros del Clan de Oriente simplemente hubo una transición hacia la organización más grande que los cooptó y se rumora que no han dejado de hacer presencia en los límites con Antioquia.

"Pretenden tener una cabeza visible y significa que van a manejar el microtráfico, los gota a gota, controlar los barrios populares y seguir dominando en la región. Todos saben que tienen intereses en el nordeste antioqueño y el Magdalena Medio, para conectar con Bucaramanga, Bogotá e incluso Manizales", cuestionó Zapata.

En una reciente entrevista con LA PATRIA, el secretario de Gobierno de La Dorada, Hugo Ríos, reconoció que gran parte de los homicidios registrados este año estarían relacionados con el microtráfico, y si se analizan las edades de las víctimas, abundan los jóvenes.

La razón de estos crímenes, para el defensor de Derechos Humanos, es que el Clan busca un reacomodo con bandas locales con la tercerización del delito.

El experto que pidió reservar su identidad, añadió que el fenómeno se mantiene en otros municipios de Caldas, Cundinamarca, Tolima, Antioquia y Boyacá.

Zapata es tajante al afirmar que los Isaza aprovechan la coyuntura de la desmovilización para intentar reconciliarse con la ciudadanía, pero detrás de eso aparece la intención de ejercer el control territorial, que incluye a combos en barrios populares.

"Son municipios en los que estos grupos tienden a tener el control, se sale de madres, empieza a haber ajuste de cuentas y hay un número elevado de homicidios. Significa que el negocio del microtráfico sigue en la zona y preocupan las alianzas", apuntó.

En esa escena también entra a jugar Juan Carlos Rodríguez, alias Zeus, un mayor del Ejército expulsado recientemente de la JEP por seguir delinquiendo, comandar un grupo armado y huir de una estación de Policía en Norte de Santander.

Alegó que su vida corría riesgo, estaría buscando asiento en la Paz Total del presidente Petro. Su captura se dio en abril cuando le hallaron granadas, explosivos y armas de fuego dentro de un carro. Una semana después huyó, al parecer, con ayuda de uniformados.

Eisenhower Zapata lo vinculó con el clan Isaza y su interés de establecer sus dominios en el Magdalena Medio. Otros exparamilitares como Pájaro y Ochoa tendrían los mismos intereses de pescar en río revuelto.

El otro analista piensa que una zona de relevancia es la comprendida entre La Dorada y Norcasia, de histórico dominio de Ramón y compañía, y en donde se fortaleció. A la falta de la presencia estatal, afirmó, se suma una autoridad que prefiere callar ante el accionar criminal, pues la presencia armada nunca ha desaparecido.

Bubbaloo, con recompensa encima

Gómez Escudero manifestó que por su ubicación, La Dorada se ve más vulnerable y un atractivo para los delincuentes. En agosto se realizó un consejo de seguridad y se diseñaron estrategias como la presencia permanente de Policía y Ejército en las calles, con apoyo de la Fuerza Aérea.

Entre las estrategias estuvo la intervención del caño Lavapatas, que se convirtió en un punto de encuentro para jíbaros y consumidores. Además de la limpieza y poda, se espera mejorar la iluminación y ahora realizan patrullajes permanentes.

Fredy Saldaña, alcalde de La Dorada, añadió que con este tipo de intervenciones se pretende darle otra cara al puerto caldense y llevar seguridad a esos espacios convertidos en ollas de vicio, como fue el caso del barrio Corea que por 30 años fue reconocido lugar de expendio y lo recuperaron.

El secretario de Gobierno de Caldas agregó que se está haciendo la tarea con la identificación de quienes causan las muertes, y entre esos está un sujeto conocido como Bubbaloo, quien entra a cometer homicidios y luego huye a otros lugares, y ofrecieron hasta $10 millones a quien brinde información sobre él.

Ambos funcionarios concuerdan que es necesario trabajar juntos si se quiere frenar la violencia en el puerto caldense, y eso requiere de coordinación, fortalecimiento de la investigación, así como de mayor judicialización y colaboración con entes investigadores.

Inversión en tecnología

El alcalde Saldaña reconoció que dos problemas merecen mayor atención en cuanto al deterioro de seguridad: el microtráfico y la inseguridad generada en torno a la cárcel Doña Juana. Recordó que en abril, un recluso amenazó de muerte a distintas autoridades, incluido él.

Añadió que se gestionaron $2 mil millones para adquirir una mayor conectividad, lo que incluye la instalación de cámaras, hoy muchas obsoletas o dañadas, así como programas para reconocimiento de rostros. También, para contar con salas aptas para realizar un monitoreo efectivo.

Los sistemas incluirían parques y sitios emblemáticos, incluido el malecón.

Otro compromiso es el de usar la tecnología como herramienta para mejorar la calidad de vida de los jóvenes, brindarles educación digital y generar empleo, especialmente en el norte de La Dorada, afectado especialmente por los homicidios y el microtráfico.

Saldaña puntualizó que se empezará a realizar diálogos de barrio, cuyo objetivo es llegar a cada punto del puerto con secretarios y directores de despacho y presentar la oferta institucional.

Homicidios en la región

Aunque La Dorada lleva 15 homicidios, en el 2023 hubo 20. Situación similar padece Puerto Boyacá, en donde se registraron 22 crímenes el año pasado, y en el primer semestre del 2024 se reportaron 14 casos.

En Mariquita (Tolima), otro municipio vecino, también tuvo 20 y Fresno puso 24 víctimas.

Niegan ante presión de Petro

Eisenhower Zapata aseguró que el presidente, Gustavo Petro, puso una espada de Damocles a los comandantes de tropa, al indicarles que si se incrementaban homicidios o masacres, se comprometerían sus ascensos.

"Con esa condición, quedan en una situación crítica para admitir que hay grupos delincuenciales fuertes armados y no solo pone en tela de juicio su actuar, sino que los mando tienden a negar lo que pasa".

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