En distintas ocasiones denunció a su esposo, ahora exesposo, por la violencia sexual, física, psicológica, económica y las amenazas de muerte. Pese a que desde el 2011 padeció esos ataques, las autoridades poco hicieron.

Fueron cerca de 13 años que estuvo sometida, hasta que la Fiscalía acusó en marzo del 2024 a Gustavo por violencia intrafamiliar agravada y tras el juicio oral, el Juzgado 11 Penal Municipal de Conocimiento lo condenó a 6 años de prisión.

Uno de los primeros hechos fue un ataque sexual. Luego de tratarla de ser una prostituta y acostarse con cualquiera, la desnudó por la fuerza y abusó de ella. Desde ahí se acrecentaron las agresiones físicas y verbales.

Al sujeto no le importaba que tuvieran tres hijos, pues incluso delante de ellos la atacaba, la cogía del cabello, le daba cachetadas y la agarraba a patadas. Pese a que los veía llorando, continuaba. En una ocasión, la Policía debió ingresar a la vivienda para detenerlo y fue la primera denuncia, en el 2011, que ella puso.

En el 2018, cansada del sometimiento y de las infidelidades de Gustavo, ella decidió terminar la relación. Eso, sin embargo, no fue suficiente para que cesaran los ataques y más bien, fueron peores.

Intentó rehacer su vida y la persiguió

La mujer intentó continuar con su vida, pero tener un amigo era un problema para ella porque siempre estaba él acechándola, les tomaba fotos a quienes se le acercaran y las escenas de celos eran constantes.

En la celebración de los 15 de la hija menor, cuando la víctima despedía a un amigo, el hoy condenado buscó un cuchillo e intentó agredirla, al igual que al otro hombre. Fue el hijo mayor quien se interpuso y evitó que algo peor ocurriera.

En otra ocasión, en el 2023, cuando la víctima caminaba con su pareja sentimental por la calle, Gustavo los abordó y los atacó. El novio se defendió y como lo terminó sometiendo, el atacante fue hasta su casa con el objetivo de cambiarse una camisa dañada y regresar por ellos.

Nuevamente, el hijo intercedió, criticó a su padre y le exigió dejar en paz a la mujer. Sin embargo, por medio de audios en WhatsApp continuaron las amenazas de muerte, hasta que las autoridades actuaron y se logró dar una condena al maltratador.

Protección a medias

Aunque en el 2021 y en el 2024, una comisaría y la Fiscalía ordenaron proteger a la víctima, Gustavo aseguraba que no le importaba la autoridad y haría lo que quisiera con ella. La demora de las autoridades se expuso en el juicio, en el que la afectada manifestó que un papel no era suficiente para protegerla y el miedo se apoderó de su vida.

Violencia económica y sexual

La mujer vivió una época de una mala situación económica, lo que aprovechó el sujeto para decirle que le daría la cuota de sus hijos solo si accedía a sus pretensiones sexuales. Un compañero de la denunciante se encargaba de informarle a Gustavo todo lo que ella hacía.

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