Antes de las brillantes luces de Las Vegas y de que las aplicaciones para móviles pusieran mesas llenas en la palma de la mano, todo empezó con algo mucho más sencillo: el azar. ¿La necesidad de arriesgarse, de perseguir una emoción, de apostar al destino? Es más antiguo que la propia moneda. Desde los antiguos azulejos chinos hasta las casas de juego europeas del siglo XVII, la historia de los casinos es una historia de drama, opulencia, estrategia y reinvención constante. ¿Quiere saber por qué el casino Venezuela es exactamente lo que es y cuál es la historia de la aparición de lo que llamamos casinos modernos? Sumerjámonos en una línea de tiempo en la que cada época cambió el juego para siempre.
Dónde empezó todo
El primer juego de azar del que se tiene constancia se remonta al año 2300 a.C. en China: azulejos tallados utilizados para una forma de lotería. Miles de años después, los romanos lanzaban dados en las cenas mientras los emperadores financiaban proyectos públicos mediante juegos de azar organizados. La propia palabra casino apareció en la Italia del siglo XVIII, con el significado de «casita», originalmente para música y baile. Pero no pasó mucho tiempo antes de que las cartas, las mesas y el sonido embriagador del tintineo de las fichas se convirtieran en la atracción principal.
En 1638, en Venecia, el Ridotto abrió sus puertas como la primera sala de juego legal de Europa. Controlada por el gobierno, ofrecía bacará, biribi y apuestas de alto riesgo. Este modelo se extendió por toda Europa y dio lugar a casinos emblemáticos como el Casino de Monte-Carlo, inaugurado en 1863. Cada estructura, cada sala, construidas no sólo para el juego, sino para la grandeza.

De las cartas a las fichas
A medida que evolucionaba el juego, también lo hacían las herramientas del oficio. He aquí cómo la transición dio forma a la experiencia:
- Los naipes: Introducidas en Europa a través de Egipto en el siglo XIV, se pintaban a mano y eran exclusivas de una élite antes de que la producción en masa las convirtiera en la corriente dominante.
- La ruleta: Nació de los intentos de Blaise Pascal de crear una máquina de movimiento perpetuo en 1655. En 1800 ya reinaba en los salones parisinos.
- Póquer: Una invención estadounidense que mezcla elementos del juego persa As-Nas y del poque francés. En la década de 1830, los barcos fluviales del Mississippi estaban llenos de este juego.
- Fichas: A finales del siglo XIX, las fichas estandarizaron las apuestas, pusieron fin a las disputas y añadieron ese satisfactorio «clack» que todos conocemos.
Cada invento no sólo cambió el juego, sino que dio forma a la psicología y la emoción detrás de cada decisión en la mesa. Sin embargo, hoy en día, esta pasión no sólo vive en la mesa de juego, sino también en el campo de fútbol. Las apuestas se han convertido en un nuevo escenario de emoción, donde en lugar de cartas hay equipos, y en lugar de fichas hay predicciones y cálculos. Esto se siente especialmente en la apuesta Campeonato Brasileiro Serie B - una liga única donde la imprevisibilidad se ha convertido en una tarjeta de visita. La segunda liga más importante de Brasil suele deparar sorpresas: los modestos vencen a los favoritos y los jóvenes talentos brillan literalmente ante los ojos. Para quienes hacen apuestas, se trata de un auténtico desafío: aquí no sólo gana la suerte, sino la capacidad de leer el juego, analizar la forma de los equipos y sentir el momento.
El auge de Las Vegas
Ninguna ciudad transformó más el mundo de los casinos que Las Vegas. En 1931, el juego se legalizó en Nevada, y en los años 40, el dinero de la mafia convirtió el desierto en oro. El Flamingo abrió sus puertas en 1946, financiado por Bugsy Siegel. Luego llegaron el Sands, el Tropicana y el Caesars Palace, que atrajeron a leyendas como Sinatra y Elvis.
En 1955, Las Vegas atrajo a 8 millones de visitantes. En 1990, la cifra superó los 20 millones. El Bellagio, inaugurado en 1998 por 1.600 millones de dólares, fue noticia por sus fuentes sincronizadas, sus salas de póquer y su lujo cinematográfico. Las Vegas se convirtió en algo más que juego. Se convirtió en cultura.
Los casinos se globalizan
Las Vegas marcó la pauta, pero el mundo estaba escuchando. Europa, Asia y Latinoamérica lanzaron sus propios megacasinos, cada uno de ellos añadiendo sabor a la mezcla. Montecarlo siguió deslumbrando a la realeza. Atlantic City intentó rivalizar con Las Vegas. ¿Pero Macao? Lo redefinió todo.
En 2006, los ingresos de los casinos de Macao superaron a los de Las Vegas. En 2020, ingresó más de 36.000 millones de dólares por el juego, frente a los 6.000 millones de Las Vegas. El Venetian Macao, con más de 10,5 millones de metros cuadrados, es el casino más grande del mundo. Sí, un solo edificio que mezcla Venecia, comercio de lujo y bacará. Imparable.

Las máquinas tragaperras toman el relevo
Empezó con Liberty Bell, construida en 1895 por Charles Fey en San Francisco. Tres rodillos, una palanca y pagos en monedas. En los años 70, las tragaperras electromecánicas dominaban los casinos. Luego vinieron las tragaperras de vídeo, los botes progresivos y los temas de películas y mitología. Veamos qué mantuvo enganchados a los jugadores:
- Los botes progresivos: Introducidos en 1986, una parte de cada apuesta se añade a un bote cada vez mayor; algunos han superado los 20 millones de dólares.
- Tragaperras temáticas: Juegos como La Rueda de la Fortuna y Juego de Tronos aprovechan la nostalgia y el fandom para atraer a los jugadores.
- Generadores de números aleatorios (RNG): Garantizan la equidad, haciendo girar los resultados cada milisegundo.
- Rondas de bonificación: Con luces parpadeantes y pantallas interactivas, ofrecen a los jugadores objetivos a corto plazo y ráfagas de emoción.
No se trataba sólo de ganar. Se trataba de un viaje envolvente e impredecible.
Llega el juego en línea
1994 marcó el comienzo de los casinos en línea, y Antigua y Barbuda concedió la primera licencia de juego. Ese mismo año se inauguró el primer casino en línea con dinero real. En 2001, los jugadores podían acceder a más de 1.800 plataformas de juego en línea. Las aplicaciones para móviles fueron aún más lejos.
En 2024, más de 1.600 millones de personas en todo el mundo jugarían en plataformas de casino en línea. Esto incluye juegos tradicionales como el blackjack y el póquer, pero también innovadoras salas con crupier en vivo y torneos retransmitidos en tiempo real. Las plataformas ofrecen ahora miles de títulos de tragaperras, integraciones de apuestas deportivas e incluso tableros personalizados que utilizan IA para sugerir juegos.
De los chips de arcilla a los servidores en la nube: El legado perdura
La historia de los casinos está lejos de haber terminado. Desde las humeantes salas traseras de la Venecia del siglo XVII hasta la ruleta en vivo de los smartphones, la emoción sigue palpitando. ¿Y ahora qué? Más realismo, más personalización e incluso mesas de realidad virtual en Montecarlo. Pero la emoción principal sigue siendo la misma: la expectación. Y eso, independientemente de la tecnología, nunca pasará de moda.
El presente contenido publicitario no compromete la postura editorial de LA PATRIA S.A. Es información con fines comerciales cuya responsabilidad es del anunciante.