La investigación de la Universidad Nacional sede Manizales es uno de los primeros análisis realizados en Colombia sobre la presencia de microplásticos en animales terrestres como vacas y cerdos. 

Fotos | Universidad Nacional | LA PATRIA

La investigación de la Universidad Nacional sede Manizales es uno de los primeros análisis realizados en Colombia sobre la presencia de microplásticos en animales terrestres como vacas y cerdos. 

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Un estudio de la Universidad Nacional sede Manizales identificó microplásticos en órganos de res, cerdo y pollo consumidos habitualmente.

Las muestras se recolectaron en puntos representativos del área metropolitana de Manizales y se analizaron vísceras como corazón, hígado, pulmón y riñón.

En 38 de 39 órganos altamente vascularizados se hallaron microplásticos.

 

Microplásticos: contaminación más allá del mar

Los microplásticos, partículas inferiores a 5 milímetros, son resultado del desgaste de bolsas, empaques y plásticos agrícolas. Aunque su presencia en océanos ha sido documentada, la evidencia científica crece sobre su avance silencioso en la cadena alimentaria terrestre.

Desde el 2020, diversos estudios de la U. Nacional han encontrado estas partículas en peces del Pacífico colombiano, caracoles en el Caribe y, más recientemente, en placentas humanas. Esto evidencia su capacidad para atravesar barreras biológicas y plantea nuevas preguntas sobre su impacto en la salud.

 

Lo que reveló el estudio sobre microplásticos en Manizales

La investigación fue liderada por Wendy Marcela Mendieta Dilbert, estudiante de Ingeniería Física, con el acompañamiento de los profesores Elisabeth Restrepo Parra y Juan Carlos Riaño.

Se agruparon 59 muestras según su contenido graso y vascularización. En vísceras con mayor flujo sanguíneo la presencia fue casi total; en otras, como intestino y estómago, fue cercana al 40 %.

Los polímeros identificados fueron polietileno, poliestireno y polipropileno, todos frecuentes en envases de alimentos. Las condiciones del laboratorio evitaron contaminación externa, utilizando protocolos sin plásticos y ambientes cerrados.

 

¿Cómo llegan las partículas del microplástico al organismo animal?

En animales terrestres, el ingreso se da principalmente por el forraje contaminado con residuos de plásticos agrícolas, el agua y la deposición atmosférica. El estudio también destaca el papel del torrente sanguíneo en la distribución interna de los microplásticos.

Aunque los investigadores no proponen eliminar estos alimentos de la dieta, sí enfatizan en la necesidad de ampliar el monitoreo y la investigación sobre los posibles efectos en la salud humana. Alertan sobre riesgos potenciales como alteraciones fisiológicas, hormonales o incluso efectos neurotóxicos y cancerígenos vinculados a los químicos presentes en los plásticos.

También se recomiendan medidas prácticas en casa: reducir el uso de recipientes plásticos al cocinar, evitar utensilios de este material con altas temperaturas y preferir alternativas como metal o madera.

 

Tecnología para rastrear lo invisible

Paralelo al análisis, la Universidad Nacional avanza en el desarrollo de herramientas que usan inteligencia artificial para identificar microplásticos en agua. Esto podría aplicarse a alimentos, lo que permitiría monitoreos más amplios y precisos.

“Buscamos aportar información para decisiones en salud pública y seguridad alimentaria”, señaló la profesora Elisabeth Restrepo.

*Con información de la Universidad Nacional.

 


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