Foto | Cortesía Unimedios UNAL | LA PATRIA
Agua subterránea: la clave para enfrentar la escasez del líquido en la superficie.
En pleno corazón de la Orinoquia colombiana, donde los paisajes de sabana y selva se funden con humedales y palmas de moriche, se esconde un recurso capaz de cambiar la vida de miles de personas: el agua subterránea.
El municipio de Cumaribo, el más extenso de Colombia con más de 65.000 km², sufre una paradoja ambiental. A pesar de ser una de las regiones más lluviosas del país, solo el 22,6 % de su población cuenta con acceso a acueducto.
Según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la mayoría de los habitantes dependen de pozos superficiales, aljibes y otras fuentes vulnerables tanto a la contaminación como a las sequías prolongadas.
Un hallazgo con impacto científico y social
Investigaciones lideradas por Jhon Jairo Valenzuela Valencia, magíster en Ciencias – Geología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), han revelado la existencia de acuíferos profundos en la región.
Estos estudios fueron realizados sobre la estructura geológica del río Vichada, un afluente que recorre más de 580 kilómetros desde la cordillera Oriental hasta desembocar en el río Orinoco.
Por medio de un modelo hidrogeológico detallado, Valenzuela identificó más de 400 metros de sedimentos con características que permitirían almacenar agua en cantidades significativas. Las formaciones geológicas Guayabo y Carbonera fueron clasificadas como los acuíferos más prometedores.
"Explorar esta fuente de agua alternativa garantizaría un suministro más estable y menos vulnerable que el agua superficial", explicó Valenzuela. Sin embargo, advierte que aún es necesario estudiar la calidad y el comportamiento del agua almacenada a esas profundidades.

Tecnología al servicio de la investigación
Para desarrollar el modelo tridimensional del subsuelo, los científicos de la UNAL emplearon técnicas como magnetometría, espectrometría gamma y sísmica, combinadas con estudios de resistividad eléctrica y análisis de muestras recolectadas en campo.
Un sistema de magnetometría mototransportada permitió recorrer más de 150 km en zonas de difícil acceso y obtener datos a gran escala.
Los análisis de laboratorio evidenciaron altos niveles de porosidad y permeabilidad en las capas sedimentarias estudiadas, características clave para el almacenamiento natural de agua.
Una herramienta para el desarrollo sostenible
El acceso a información técnica confiable sobre los acuíferos ofrece ventajas no solo para las comunidades, sino también para proyectos agroindustriales y de sustitución de cultivos ilícitos que se están promoviendo en la región. Sin agua, ningún modelo de desarrollo es viable.
“Contar con esta información permite a las autoridades y comunidades planear de manera sostenible y reducir el fracaso de futuras perforaciones”, señaló Valenzuela.
Además, en un contexto de crisis climática y estrés hídrico creciente, estas reservas subterráneas representan una estrategia de adaptación resiliente, no solo para Cumaribo sino para todo el Vichada.

El reto de la gestión hídrica en zonas apartadas
De acuerdo con el Ministerio de Vivienda, en Colombia más de 7 millones de personas viven sin acceso adecuado a agua potable. Los departamentos de la Orinoquia y la Amazonia presentan las mayores brechas. Cumaribo encabeza esa lista con solo 2 de cada 10 habitantes con conexión formal a acueducto.
La identificación de acuíferos profundos representa una oportunidad sin precedentes. No obstante, para materializar ese potencial es imprescindible un trabajo conjunto entre entidades gubernamentales, comunidades locales, universidades e inversionistas sociales.
* Esta información es producto de la alianza entre el periódico LA PATRIA y el Canal Regional Telecafé.
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