Lina Duque (LD), directora de la zona 4 del programa presidencial Sonidos para la Construcción de Paz, y el gestor territorial del nodo 1 del mismo programa, Humberto Valencia García (HV), hablaron con LA PATRIA Radio sobre el balance del proyecto en los departamentos que opera y las expectativas para el 2025. Esto dijeron:

¿De qué se trata el programa Sonidos para la Construcción de Paz?

LD: Es un programa que es un sueño cumplido desde la educación artística para el país. 

Por primera vez el Ministerio de Educación Nacional, el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes se juntan por también una voluntad presidencial de definir un programa como este para los 32 departamentos de Colombia. 

A nosotros nos tocó la zona 4: Caldas, Quindío, Risaralda, Caquetá y Putumayo. 

Cinco departamentos hermosos, diversos, potentes, musicalmente con muchos talentos, con mucha sabiduría también ancestral. 

Y con unos territorios que también se enmarcan como víctimas del conflicto armado de este país y que requieren precisamente procesos para la sanación, para mejorar la reconciliación, para que mejoremos nuestras habilidades socioemocionales, para que sepamos resolver los conflictos de una manera no violenta y poder transmitirle esto a nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes de una manera maravillosa como es la música. 

Y por eso nos llamamos Programa Presidencial Sonidos para la Construcción de Paz y estamos aquí para prever, gestar una transformación real social en nuestros niños para que sean mejores seres humanos y podamos vivir mejor en paz.

¿Cuáles fueron los proyectos realizados en territorio? 

HV: Desde el proyecto tenemos un camino pedagógico trazado. 

Y en ese camino pedagógico hubo unas metas artísticas. 

Tuvimos unas presentaciones con los niños en las instituciones. Y luego tuvimos unas muestras que las llamamos Muestras de mediano formato. Esas muestras las hicimos en Samaná (Caldas). 

Luego, en los otros departamentos, se escogieron otras locaciones para que se desarrollaran estas muestras. 

Pero algo muy importante es que queríamos resignificar los territorios. 

Fue muy importante para la comunidad de Samaná ver niños transformando y resignificando el territorio por medio de las artes. Yo creo que a los colombianos no se nos puede volver un paisaje la violencia y debemos cambiar el tejido social desde la niñez, desde la base. 

Yo creo que esos son los cambios que verdaderamente valen la pena.

Este programa lo opera y lo dirige la Universidad de Caldas, ¿Cómo ha sido también ese proceso? ¿Les ha ido bien en ese diálogo con el Gobierno nacional?

LD: Superbién, tenemos el honor de decir que fuimos la mejor universidad ejecutora en este año y eso también es una gran sorpresa para nosotros. 

Y para reivindicar esa fuerza, el apoyo administrativo, jurídico, financiero. 

Vimos la apuesta también de un rector al que le importa lo rural, que le importa el territorio y eso también yo creo que se junta y cuando el universo conspira se suman todas esas posibilidades. 

La universidad dentro de sus criterios y principios tiene la garantía de los derechos a la educación y en este caso también de los derechos artísticos y culturales de una población. 

Y quiero hacer énfasis en esa ruralidad dispersa, en un discurso de un presidente que a veces uno piensa que puede ser solamente palabras y mentiras. 

Pero esa Colombia profunda estuvo presente en el programa. 

Fuimos a instituciones educativas de sedes, que tienen sedes rurales, 30 sedes. 

Donde van solamente tres, cuatro niños y donde nunca había llegado un programa precisamente porque no suman, porque no son cobertura tres niños. 

Pero a esos tres niños hay que garantizarles los derechos. 

Entonces es un programa bellísimo porque estuvimos en lo más profundo de cada apartamento atendiendo y cuidando a estos niños, niñas, adolescentes y jóvenes que también tienen derechos.

¿Cuál es el balance del año? 

LD: Este año fue muy importante. Nosotros estuvimos a cargo 5 departamentos, 68 municipios, estuvimos en 180 establecimientos educativos y atendimos 34.200 niños, niñas, adolescentes y jóvenes y esperamos que estas metas cumplidas nos permitan continuar el próximo año. 

Con un programa más amplio que no sea solamente los sonidos para la construcción de paz, sino que tengamos las artes para la construcción de paz y podamos ofrecer también danza, audiovisuales, literatura y otras artes que también ayuden a este fin máximo que es hacer las paces en Colombia.

Escuche la entrevista completa aquí: 

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