“Mientras no haya una competencia como mínimo de 10 meses, con continuidad laboral, garantías mínimas y respeto por la profesión, no habrá equidad”, afirma Carlos González Puche, director ejecutivo de Acolfutpro.

Durante la temporada 2025, solo 9 de los 16 clubes cumplieron con la formalización total de sus plantillas, lo que representa una caída del 11% frente al año anterior. Esta cifra resalta la fragilidad de la liga: clubes como Deportivo Pasto, Bucaramanga y Fortaleza optaron por vincular únicamente el número mínimo de jugadoras exigidas por reglamento (15), dejando al resto sin contrato.

Incluso se identificaron casos como el de Medellín, donde las jugadoras fueron contratadas bajo figuras irregulares, como prestación de servicios por montos inferiores al salario mínimo. Esta práctica, según Acolfutpro, vulnera derechos y contradice el espíritu profesional de la liga.

Calendarios cortos, apoyos mínimos

Aunque se logró extender la duración de los contratos en algunos clubes hasta diciembre, la mayoría se limitaron a cuatro o cinco meses en contravía con lo pactado en el acuerdo laboral que se formalizó en el Ministerio de Trabajo que la duración mínima de todos los contratos era por la temporada (desde el 21 de febrero hasta el 7 de septiembre). 

Cinco equipos finalizaron sus vínculos laborales en junio, justo al quedar eliminados del torneo. Esto se traduce en vacíos de más de 40 días sin competencia, una situación incompatible con la idea de un campeonato profesional.

Clubes como Santa Fe y Deportivo Cali son la excepción. Firmaron contratos hasta diciembre de 2026 con algunas futbolistas, promoviendo estabilidad. Sin embargo, esto sigue siendo una excepción y no una norma.

La contratación irregular vulnera derechos y agrava la precariedad del fútbol femenino. En la foto las integrantes del Real Santander.

Deudas, omisiones y tercerización ilegal

Uno de los puntos más críticos que señalan del informe es el manejo del Deportivo Pasto, que incumplió el pago de salarios durante tres meses y ofreció un tratamiento inadecuado a futbolistas lesionadas. Otros clubes como Alianza y Orsomarso también registraron retrasos en el pago de las liquidaciones.

Además, persiste la delegación indebida de funciones. Acolfutpro denunció que el club Orsomarso, mediante convenio con la Alcaldía de Yumbo, permitió que la administración pública asumiera el manejo operativo del equipo femenino, violando lo establecido en el artículo 5 parágrafo 2 de la Ley 1445 de 2011.

Discurso oficial vs. realidad laboral

Mientras se habla de “apoyar el crecimiento del fútbol femenino” como el reglamento aprobado por los clubes solo obliga a que 15 futbolistas tengan contrato, los datos confirman que estamos frente a un modelo precario. En 2025, solo el 82,3% de las jugadoras inscritas tuvo contrato laboral (frente al 88,5% en 2024). Las demás recibieron apenas auxilios de entre $400.000 y $800.000 mensuales.

La Circular Externa 007 del Ministerio del Deporte exige afiliación completa al Sistema de Protección Social para todos los deportistas. Sin embargo, muchos clubes siguen omitiendo esta obligación legal, sin consecuencias ni requerimientos del Ministerio.

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