Por primera vez desde el cisma que dio origen a la Iglesia Anglicana en 1534, un monarca británico y un pontífice católico han compartido una ceremonia religiosa conjunta. Carlos III, gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra, y el papa León XIV protagonizaron este jueves un encuentro sin precedentes en el Vaticano que ha sido calificado como “histórico” por líderes de ambas confesiones.

El acto central fue un rezo conjunto en la Capilla Sixtina, punto culminante de una jornada que incluyó reuniones bilaterales y ceremonias de profundo valor simbólico, centradas en la paz global, el medio ambiente y, sobre todo, el diálogo ecuménico.

La imagen de un rey británico y un papa católico orando juntos en la Capilla Sixtina tras casi 500 años simboliza mucho más que una visita de Estado. Es una apuesta decidida por el diálogo, la reconciliación y la cooperación entre dos ramas del cristianismo que han estado divididas desde los albores de la modernidad.

El gesto ecuménico se inscribe en una etapa global de búsqueda de consensos, donde la fe y la espiritualidad pueden jugar un rol clave para afrontar desafíos comunes como la crisis climática, los conflictos armados y la fragmentación social.

Cinco siglos después: un gesto por la unidad cristiana

Desde la ruptura de Enrique VIII con Roma, ningún monarca británico y líder de la Iglesia Católica habían participado juntos en una ceremonia religiosa formal. El gesto de Carlos III y León XIV no solo busca cerrar heridas históricas, sino también proyectar una visión de reconciliación y unidad frente a los desafíos del presente.

"El compromiso común de promover la paz y la seguridad ante los desafíos globales", así como la protección del medio ambiente, fueron algunos de los temas tratados, según un comunicado oficial del Vaticano tras el encuentro del rey con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede.

Más allá de la diplomacia, el acto en la Capilla Sixtina, con la lectura de textos de san Ambrosio y del teólogo británico John Henry Newman —convertido del anglicanismo al catolicismo—, marcó un momento de oración conjunta bajo el imponente fresco del Juicio Final de Miguel Ángel.

Cinco siglos después: Reino Unido y el Vaticano sellan gesto ecuménico histórico.

Ecumenismo: eje central del encuentro entre Roma y Londres

El ecumenismo, movimiento que promueve la unidad entre las iglesias cristianas, fue el hilo conductor de la visita. El arzobispo de York, Stephen Cottrell, presidió junto al papa estadounidense la oración en la Sixtina, ante la ausencia de la arzobispa de Canterbury, Sarah Mullally, quien asumirá el cargo en enero.

Posteriormente, el rey Carlos III y el papa León XIV se trasladaron a la Sala Regia del Vaticano para reunirse con líderes de la Iniciativa de Mercados Sostenibles, impulsada por el monarca británico durante su etapa como príncipe de Gales.

Una ceremonia simbólica en San Pablo Extramuros

En horas de la tarde, los reyes de Reino Unido participaron en un servicio ecuménico en la basílica de San Pablo Extramuros, uno de los templos papales más emblemáticos y con profundos lazos históricos con la monarquía inglesa.

Allí, Carlos III fue nombrado "royal confrater" (hermano real) y recibió un escaño de madera con su escudo de armas y el lema Ut unum sint, título de la encíclica de Juan Pablo II sobre la unidad cristiana.

"La bienvenida de hoy a Su Majestad da testimonio de los vínculos históricos entre Inglaterra y la basílica, celebra los avances logrados en el camino hacia la unidad cristiana y ofrece un signo de esperanza y compromiso para el futuro", expresó el cardenal James Harvey, arcipreste de San Pablo Extramuros.

Durante la ceremonia también se rezó un Padre Nuestro conjunto y se leyeron pasajes del teólogo John Henry Newman, quien será proclamado Doctor de la Iglesia el próximo 1 de noviembre por el papa León XIV.

El trasfondo: de la Reforma a la reconciliación

La Iglesia Anglicana nació formalmente en 1534, cuando el rey Enrique VIII rompió con el papado tras no recibir la anulación de su matrimonio. Desde entonces, aunque ambas confesiones han mantenido canales de diálogo, la división ha persistido a lo largo de los siglos.

En 1966, un primer gesto simbólico ocurrió cuando el papa Pablo VI colocó su anillo episcopal en el dedo del entonces arzobispo de Canterbury. Desde entonces, se han dado pasos importantes, pero nunca uno como el vivido este jueves c23 de octubre de 2025.

Esta nueva etapa marca un hito en las relaciones entre anglicanos y católicos, con un fuerte respaldo institucional, espiritual y simbólico.

Tras la jornada ecuménica, Carlos III continuará su agenda en Roma con una visita al Pontificio Colegio de Beda, donde se forman sacerdotes católicos provenientes de países de la Commonwealth. La reina Camila, por su parte, se reunirá con un grupo de monjas católicas.

El papa León XIV, el primer pontífice estadounidense de la historia, ha enfatizado desde su elección la importancia del ecumenismo y del cuidado del medio ambiente como pilares de su pontificado.

Desde Londres, la Iglesia Anglicana también ha subrayado su compromiso con la unidad. “Es una oportunidad para sanar y construir puentes con respeto, sin olvidar nuestras diferencias, pero celebrando lo que nos une”, señaló el arzobispo Stephen Cottrell.

Trasfondo del encuentro, según el Curatuber de la Arquidiócesis de Manizales 

En diálogo con LA PATRIA el sacerdote Jairo Carmona, conocido como el Curatuber, expresó el significado de lo acontecido en el Vaticano en la mañana de este jueves: ¨Esa entrevista tiene dos características.

La primera es que el rey de Inglaterra es jefe de estado y el Vaticano es un estado. Entonces, por consiguiente, aunque pertenezcan a distintas creencias, prima la diplomacia y en segundo término el rey de Inglaterra y el Papa León quieren explorar el camino a la unidad. Hay un documento de la iglesia que se llama Unitatis Redintegratio, que en español traduce la restauración de la unidad.

Por todos es sabido que la iglesia fue fundada por Cristo y bien sabemos que la iglesia de Inglaterra se separó de la autoridad del Papa y por eso es gobernada por los reyes. Entonces, ahora hacen una oración ecuménica, pidiendo que se allanen caminos para buscar la unidad.

Hay un ejemplo y es que hay un santo que se llama John Henry Newman, que dentro de poco va a ser nombrado doctor de la iglesia. Ese santo la mitad de su vida la vivió en la iglesia anglicana y se convirtió al catolicismo con toda su parroquia mejor y vivió el resto de su vida dentro del catolicismo siendo un santo ejemplar. Fue consagrado a la dignidad de cardenal por el papa León XIII. 

Entonces, lo que hicieron ellos fue una oración que fue escrita por John Henry Newman y no contradice ninguna de las dos concepciones religiosas.  Es una oración trinitaria pidiendo la unidad de los cristianos, abriendo las puertas a un diálogo que les ayude a llegar en algún momento a la unidad. Más o menos ese es el significado de lo que sucedió allá en Roma.

* Con información de la Agencia EFE

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