Foto | LA PATRIA Maria Romero Devia, estudiante de la Universidad Intergeneracional, y Juan Daniel Caicedo, coordinador de permanencia de esta iniciativa.
Maria Romero Devia (MR), estudiante de la Universidad Intergeneracional, y Juan Daniel Caicedo (JD), coordinador de permanencia de esta iniciativa, hablaron con LA PATRIA Radio sobre la segunda cohorte de graduados del proyecto, su relevancia e impacto en la región. Esto dijeron:
¿De qué se trata la Universidad Intergeneracional?
JD: Quiero comenzar con un reto que ahora hay en el mundo, no solamente en el Eje Cafetero o en Colombia. Es un cambio poblacional fuerte, que hace que haya más personas mayores y menos personas menores.
Eso tiene tiene implicaciones en muchos sentidos, en especial en Manizales, donde hay un reto aún más grande porque ahora el 20% de la población es adulta mayor y las proyecciones del DANE dicen que en el 2050 va a ser el 50%.
Eso es un reto porque no creemos que debamos generarlo como un problema, sino como una capacidad que tenemos que tener las instituciones de abordar este cambio poblacional.
Por eso la Universidad Caldas, de manera innovadora, habla sobre la Universidad Intergeneracional, pero no de la Universidad de los adultos mayores. Porque no queremos separarnos.
Cuando vamos a la calle hay personas mayores, niños, adolescentes, universitarios y todos. Queremos que la universidad, que se ha enfocado en jóvenes, también permita el ingreso de todas las generaciones. Por eso la creamos.
La Universidad Intergeneracional es la apertura que tiene la Universidad de Caldas en torno a traer a esos adultos mayores y que sepan qué es la vida universitaria.
Y tenemos estudiantes, por ejemplo, que no habían estado antes en una universidad, otros que han pisado todas las universidades y queremos que todos se sientan parte de esto.
No es solamente con educación, que es importantísima, sino también con apoyo psicosocial, actividades de cultura y 386 de nuestros estudiantes que han ido a cine, a cafés interculturales, a conciertos de la Banda Sinfónica.
Creemos que la cultura, la educación y el apoyo psicosocial son fundamentales en la Universidad Intergeneracional.
¿Cuántas personas se han graduado hasta ahora? ¿Qué implica para una ciudad como Manizales contar con este tipo de propuestas?
JD: Somos la universidad que más personas mayores ha tenido en educación. Ya graduamos con esta segunda corte a 1.037 personas.
Son 1.037 vidas diferentes que ingresaron a la Universidad y que tienen su vida universitaria como cualquier otra. Además de ir a estudiar, se van a tomar tinto y disfrutan el campus.
En esta segunda cohorte que se gradúa mañana (11 de diciembre) vamos a graduar a 737 estudiantes, 537 son presenciales y 200 virtuales.
Nosotros tenemos un curso de 200 adultos mayores que están hablando de programación, creemos que de verdad no hay ningún tema que la edad niegue. Eso también es un punto a favor de nosotros en el sentido de que no despreciamos y no discriminamos de qué temas pueden hablar los adultos mayores.
Algunos quieren saber de IA, otros hacen canciones, imágenes para emprendimientos con IA, y tenemos también otro curso sobre las implicaciones de la IA, sobre los derechos y la democracia. No queremos negarle ningún tema a nuestra población mayor.
¿Maria, qué la motivó a ingresar a la Universidad en esta etapa de su vida?¿Cómo le pareció el proceso?
MR: Ha sido una experiencia linda y conmovedora para mi vida porque llega un punto en que tú dices: "Bueno, ¿y ahora qué vas a hacer?".
Y hubo algo que nos sucedió en uno de los cursos. Nos visitaron de una asociación de pensionados de Estados Unidos y llegaron a la clase en la que estaba sobre marca y comunicación. Hablaron de la gente que llega a la época del retiro.
Cuando dijeron la palabra retiro sentí y dije: “Wow, eso no es conmigo”. Yo no me quiero retirar, quiero acercarme a cosas. No quiero que me retiren de nada.
Tengo 57 años y me siento una mujer joven con muchos deseos de hacer mil cosas. En mi vida laboral me fue muy bien, afortunadamente, pero llegó un punto en el que paré y empecé a mirar y a explorar hacia otros caminos.
De hecho, estuve mirando alternativas de cómo iba a empezar a prepararme para este tiempo.
Llegó el momento de decir: “¿Qué voy a hacer?". Me pensioné hace un mes, dije: “Tengo el tiempo, salud. Mis hijos ya son grandes, me siento capaz de hacer cosas”.
En ese punto una amiga me mandó un enlace y me dijo: "Explore”. Me fui a la universidad y encontré un camino para hacer mil cosas. Me ofrecieron 22 cursos.
Y encontré gente maravillosa. Es increíble que gente joven como mis hijos se mezcle con nosotros sin ningún problema y nos aporte.
Lo que me llevó a estar en la Universidad fue sentir que no me quiero excluir de nada, que tengo capacidades y que puedo hacer muchas cosas todavía. Encontrarme en un curso de escritura creativa, donde no sabía que podía escribir poemas, por ejemplo. Y donde creo que mi compañero más joven tiene 18 años y el mayor 81 años.
Contacto:
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