El palafrenero Bryan Jiménez cuidando el pelo de la yegua Dulce inesperada de la Marqueza de Tenjo (Cundinamarca).

Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA

El palafrenero Bryan Jiménez cuidando el pelo de la yegua Dulce inesperada de la Marqueza de Tenjo (Cundinamarca).

LA PATRIA | MANIZALES

Son cerca de 320 caballos que son exhibidos en las cinco categorías en la edición 67 de la Feria Equina de Manizales. Ponerlos a tono para la competencia tiene su proceso. Los deben bañar, peinar, organizar la silla, calentar antes de llegar a la prepista. Allí, son evaluados por los veterinarios con el propósito de corroborar que cumplen con las condiciones y que los registros del montador y del caballo están al día.

La tarde soleada ayer en la ciudad incentivó a que los asistentes se acercaran a Expoferias a disfrutar de la competencias de la categoría de trote y galope.

César Augusto Londoño es un palafrenero de Manizales, que trabaja con criaderos de Medellín y en esta edición de la Feria llegó con el criadero Cayalá. Es el encargado de cuidar al caballo Trópico que obtuvo el premio a mejor potro joven en la modalidad de trocha y galope.

Le contó a LA PATRIA que debe ser lo principal para el cuidado de los caballos: "Para cuidarlos se debe tener amor sobre ellos, gustarles y valorarlos".

La edición 67 de la Feria Equina de Manizales termina mañana en Expoferias. La entrada tiene un valor de $20 mil.

 

Las pesebreras son el lugar destinado para el descanso de los ejemplares participantes en la competencia.

 

César Augusto Londoño bañando al caballo Trópico. Para su cuidado utilizan productos especiales.

 

Las preparaciones del caballo en la prepista antes de pasar a la competencia.

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