El chef manizaleño Jorge Jiménez Londoño representó a Colombia en la Semana de la Gastronomía Sostenible en Costa Rica. 

Fotos | Cortesía | LA PATRIA El chef manizaleño Jorge Jiménez Londoño representó a Colombia en la Semana de la Gastronomía Sostenible en Costa Rica. 

En la cocina del Hotel Hyatt Centric, en Escazú, una hoja de plátano se abre con cuidado. Dentro, el fiambre arriero, preparado por el chef manizaleño Jorge Jiménez Londoño, comienza a revelar su historia.

No es solo un plato: es una voz que viaja desde Manizales hasta Centroamérica, llevando memoria, sazón y sabor a la Semana de la Gastronomía Sostenible en San José, Costa Rica.

El evento, realizado entre el 16 y el 21 de junio, reunió a representantes de diversas cocinas latinoamericanas comprometidas con prácticas responsables en la producción y preparación de alimentos.

Allí, entre fogones compartidos, productos endémicos y conversaciones sobre el futuro de la alimentación, la cocina de Jiménez encontró su lugar como quien reconoce un suelo fértil. Fue el único colombiano invitado a esta edición.

Desde su restaurante La Beautiful, con sede en Manizales, ha impulsado una propuesta centrada en el uso de ingredientes endémicos y prácticas sostenibles.

Su participación se dio dentro de una agenda que incluyó foros académicos, laboratorios gastronómicos y cenas temáticas, organizados por la Asociación Costarricense de Gastronomía y Turismo Sostenible, Gastronomía Esencial y Fundecooperación.

Durante su intervención, el chef abordó temas relacionados con la cocina como vehículo de transformación social. Expuso su visión de una gastronomía que no solo busca alimentar, sino también activar memorias, vincular territorios, regenerar prácticas agrícolas y visibilizar saberes invisibilizados.

La cocina se convierte en una herramienta poderosa: no solo para alimentar, sino para recordar, transformar, regenerar y resistir”, expresó en uno de los espacios académicos del evento.

Lea también Conozca el restaurante de Manizales que está en top de los 50 mejores de Colombia

la cocina del chef Jorge Jiménez viaja y se abre como semilla

En Costa Rica, Jiménez cocinó dos platos. La caigua —también llamada achocha o kaywa— apareció rellena, crujiente por fuera, tierna por dentro, una cápsula vegetal que guarda más de tres mil años de historia agrícola andina. Crece en vertical, como trepando al cielo, sin empobrecer la tierra, y se abre como una flor cuando está lista. Es un fruto que no pide protagonismo, pero se deja habitar por los sabores que lo rodean. En manos del chef, se volvió un recipiente comestible para una mezcla de ingredientes locales que cruzaban fronteras sin perder origen.

El fiambre arriero, por su parte, llegó envuelto en hoja de plátano y atado con cabuya. Al desatar el nudo, se liberaron no solo los aromas de guiso, calado y encurtido, sino también la imagen de los caminantes que alguna vez lo llevaron entre mulas y trochas. Una preparación pensada para viajar, conservarse y alimentar sin depender del fuego inmediato. 

Ambas preparaciones fueron presentadas en la cena de gala del evento, realizada en el Hotel Hyatt Centric de Escazú.  El uso de la caigua y del fiambre arriero permitió establecer un diálogo entre cocinas regionales de Colombia y Costa Rica, resaltando prácticas agrícolas y culinarias compartidas.

El chef también participó en conversatorios sobre gastronomía responsable y presentó su experiencia desde La Beautiful, incluido entre los 50 mejores de Colombia, según un ranking del influencer gastronómico Tulio Recomienda. 

Su participación en la Semana de la Gastronomía Sostenible forma parte de una apuesta mayor: posicionar a Manizales como ciudad creativa, como un territorio que no solo exporta café, sino también maneras de cocinar el mundo.

La internacionalización de Manizales a través de la gastronomía es esencial. No solo compartimos platos, compartimos una filosofía de sostenibilidad y creatividad que puede tener un impacto global”, afirmó Jiménez, con la convicción de quien sabe que la cocina también es diplomacia. 

Este impulso acompaña la postulación de la ciudad a la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO, y propone una visión donde la cocina no sea una industria aislada, sino un punto de encuentro entre la tradición, la innovación y el cuidado de la tierra.

En su paso por Costa Rica, dejó más que recetas. Dejó semillas. Semillas que, como la caigua, saben trepar, abrirse y multiplicarse sin agotar la tierra. Como su cocina, que viaja con sentido. “Siempre he soñado con una cocina que embellezca, transforme y sostenga. Poco a poco, lo estamos logrando”, concluyó Jiménez.


Haga clic aquí y encuentre más información de LA PATRIA.

Síganos en Facebook, Instagram, YouTube, X, Spotify, TikTok y en nuestro canal de WhatsApp, para que reciba noticias de última hora y más contenidos.

Temas Destacados (etiquetas)