La puerta grande de Morante de la Puebla en Madrid, primera en esta arena en su dilatado quehacer taurino, debería ser, y de hecho lo es, un acontecimiento a contar y a recordar por años.

Fue la salida de este domingo (8 de junio) por el portón más caro de todos cuantos hay sobre la tierra del toro bravo, una vieja cuenta pendiente que saldó José Antonio. Y de qué manera.

De ahí la efervescencia de tal conquista, comenzando por aquella emoción que hizo erupción en él mismo, un hombre más bien frío, acostumbrado a ir de mano con la gloria.

Para llegar hasta ese paroxismo en el ruedo y en los tendidos, que luego se extendió a las calles aledañas a Las Ventas y frente al hotel donde se vistió, hubo que hacer el toreo. O mejor, su toreo, hecho, entre otros, de naturalidad, repentismo, arte, verdad, personalidad y maestría. Frente a dos toros, de Juan Pedro Domecq de embestidas mezquinas y fuerzas justas, pero a los que supo convertir en otra cosa, merced a que si algo ha sumado Morante a todas sus fortalezas es poder. Un poder que resulta invisible visto desde arriba, pero que existe. Los toros lo atestiguan.

Y notario de ese compendio que es su tauromaquia son las multitudes que, igual, lo siguen en Madrid, Sevilla, Ávila, Aranjuez, Nimes o donde vaya. 

Ahí, en medio de esa locura que desata, hay un fenómeno nada despreciable. Lo vio el domingo Madrid y lo había visto antes Sevilla. Y el sur de Francia o las plazas de segunda. Morante es hoy el torero de grandes y chicos. Especialmente de los últimos, esos mismos que se tiraron al ruedo del templo de la Calle de Alcalá para llevarlo a hombros por esa avenida larga a la que algún loco pedirá que le cambien de nombre.

Lo dicho, esto del domingo debería serlo todo para él y para el toreo actual. Pero no, escrito este capítulo el debate es otro. 

Con todo lo visto y vivido, la cuestión es: ¿Es Morante de la Puebla el torero más importante de la historia? Quizá, aunque por ahora basta decir que lo suyo es el premio a una vida que también ha cambiado las nuestras, hasta el punto de no terminar de agradecer que seamos testigos de su tiempo. ¿Dónde torea Morante mañana o pasado, o la semana que viene?

Morante de la Puebla, en su histórica actuación el domingo pasado en Las Ventas de Madrid.

Ficha del festejo

Domingo 8 de junio de 2025

Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid

Corrida de Beneficencia 

Seis toros de Juan Pedro Domecq, bien presentados, nobles y escasos de fondo.

Morante de la Puebla, azul noche y azabache: oreja y oreja.

Fernando Adrián, azabache y oro: oreja y silencio.

Borja Jiménez, grana y oro: silencio tras aviso y silencio.

Plaza llena, alta temperatura.

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