A raíz de la pandemia se destaca el avance en el mundo digital.
"La pandemia nos hará mejores personas". Se escuchó a comienzos del 2020 cuando el virus de la covid-19 se dispersó por el mundo. Tres años después, Juan Carlos Zuluaga, director del Departamento de Sociología de la Universidad de Caldas, expone que el impacto durante la cuarentena y a largo plazo no fue tan positivo como se creía.
"Pensando en las grandes brechas que hay entre lo rural y lo urbano, en Colombia por ejemplo, lo que se creó fue más desigualdad. Entonces quizás los efectos son más negativos que positivos para la mayoría de la población", relata el director Zuluaga:
Aumentó el índice de pobreza
"En el ámbito socioeconómico retrocedimos 20 años. La pobreza alcanzó niveles que no se habían observado en la última década. Empeoraron los índices de desigualdad en las poblaciones más vulnerables que no podían salir a trabajar. Esta situación irrumpió los escenarios económico, social y político".
Se agudizó la violencia intrafamiliar
"Compartimos más con la misma familia, lo que tiene que ver con el orden paternal, y de alguna forma aumentaron los machismos y vimos cómo las mujeres resultaron altamente afectadas".
Creció el mundo digital
"Se desarrolló con mayor velocidad el mundo digital, se fortalecieron las comunicaciones en redes y por tanto hubo contacto cara a cara a través de estas plataformas, lo que ocasionó el auge del trabajo en casa tanto para trabajadores como para los estudiantes, que algunos ven como algo positivo que da satisfacción para para los empleados. Algunos sociólogos de niños o de las emociones plantean que esta condición hace que los seres humanos nos volvamos más perezosos para las relaciones sociales, pero eso está por verse".
Se incrementó el consumo por Internet
"Efectivamente se incrementó y se quedó más anclada la idea de compras por Internet y menos en efectivo en los establecimientos de manera real".
Transformaciones en la primera infancia
"Estos efectos, por ejemplo, a largo plazo se deberían ver más acentuados en esos bebés o niños que fueron ilustrados sin ninguna conciencia de lo que estaba pasando y que perdieron redes y contactos sociales, que son tan importantes en esa primera infancia con otros pares de su misma edad. Esto a largo plazo puede cambiar la forma de relacionarse con el otro".
Se valoró la libertad
"Durante el tiempo de pandemia algunos empezaron a valorar mucho más lo que es esa libertad, el encuentro con el otro, el significado de la familia. Quizá eso haya generado para algunas personas una nueva valoración de los espacios socioafectivos. Para otros lo que sucedió es que la pandemia permeó sus comportamientos futuros: que la distancia social, el deterioro en la salud mental y algunas prácticas sanitarias permanezcan. Todo esto de acuerdo al contexto".
Lo que queda por hacer
Para que las brechas y transformaciones que surgieron a raíz de la pandemia no afecten a generaciones futuras, Juan Carlos Zuluaga, director del Departamento de Sociología de la Universidad de Caldas, plantea:
*Fortalecer el sistema de protección social de una manera universal.
*Implementar herramientas para atender los problemas de salud mental asociados al fenómeno de la pandemia.
*Crear programas que busquen restablecer los lazos sociales.