La dedicación, constancia y disciplina de Yenni Jiménez han contribuido para que su hija sea una campeona en paranatación.

Foto | Luis Trejos | LA PATRIA La dedicación, constancia y disciplina de Yenni Jiménez han contribuido para que su hija sea una campeona en paranatación.

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Yenni Jiménez Alarcón es la madre de Nicoll Agudelo. Dice que el día debe empezar con mucho amor y mucha paciencia. Se levanta a las 4:50 a.m. y le da un medicamento a su hija, pues es deportista paralímpica (discapacidad intelectual múltiple).

Enseguida la despierta "y siempre negociamos cinco minutos para que ella descanse más. Me dice cuatro, a veces me pide siete. Mientras tanto yo voy haciendo el desayuno y me voy arreglando".

Nicoll, de 15 años, se levanta sobre las 5:10 a.m., se arregla, desayuna y su mamá le nombra todo lo que tiene que llevar. "Sin que se dé cuenta, yo reviso que haya empacado todo, pues en la mayoría de las ocasiones siempre se le olvida algo. Pero eso es normal por su diagnóstico".

Las dos salen de su casa en Villamaría entre 5:50 a.m. y 6:00 a.m., dependiendo de si el entrenador las puede recoger en el puente de la Panamericana, porque si no deben irse en bus hasta Lusitania, entrar al Bosque Popular y subir a pie hasta la piscina.

"Llegamos a las 7:00 a.m. al entreno y estoy pendiente porque le tengo que dar la media mañana que recomienda el nutricionista por su fuerte entrenamiento y cuando salga le recuerdo que no se le olvide el estiramiento y lo hace con los compañeros".

En la piscina están hasta las 9:30 a.m., regresan a la casa y en ocasiones van donde la fisioterapeuta. Almuerzan, Nicoll descansa y luego hacen tareas. Duerme entre media hora y 45 minutos para levantarse a las 3:00 p.m. y alistarse para ir al segundo entrenamiento del día. Salen a las 3:30 y es el mismo proceso para desplazarse y estar en la piscina hasta las 6:40 p.m.

"En el transcurso que ella entrena, yo siempre estoy estudiando los trabajos que le mandan del colegio, sea en la mañana o en la tarde. Reviso para que a ella le quede más fácil para que lo realice".

De acuerdo con Yenni, reciben mucho apoyo del Gerardo Arias, de Villamaría, el colegio donde estudia Nicoll, pero lo hace desde la casa. Les pasan guías por cada materia y la deportista las tiene que resolver. Se requiere que sean temas diferenciados, pero la mayoría de las ocasiones son como los convencionales. Está en décimo.

"Hay cosas que ella no entiende o que son muy largas para su comprensión. Por ejemplo, las respuestas a veces tienen que ser muy elaboradas, pero a mí me toca lo que ella entendió con sus palabras de ella".

En el regreso a la casa hay papás de otros nadadores que los llevan hasta Villamaría, aunque ellas pagan los pasajes.

"Llegamos a las 7:30 p.m. y a las 8:00 p.m. le doy la comida. Es normal que le gusten las redes sociales y el celular, pero ella sabe que a las 9:00 p.m. lo pone en modo avión y de ahí se va a dormir. Está tan cansada que de inmediato ya está profunda, pero antes le digo que haga movilidad porque son preventivos para que no se lesione".

Finalmente Yenni hace un llamado para que las personas tengan comprensión por la situación de su hija: "Tenemos que lidiar mucho con los comentarios, porque muchas veces por la falta de conocimiento piensan que como ella se ve físicamente normal, está bien, y no entienden. Lo de ella es neurológico y no es físico. Muchas veces me dice: 'Mami, me miraron', o 'mami, me hicieron así'. Se pone nerviosa y hay que explicarle que ellos no tienen ese conocimiento".

 

Los 15 años de Nicoll Agudelo

Nicoll Agudelo cumplió el 8 abril sus 15 años en Girardot y su mamá se los celebró en medio de la competencia en la que estaban. "Se reía y decía, 'mami, yo voy a bailar el vals con el conductor'".

Yenni improvisó, llevó bombas y el número 15 para decorarle a su hija y no dejar pasar por alto la celebración. El entrenador se fue con otra mamá y compraron una torta. Entre todos, junto con los compañeros, festejaron a la quinceañera.

"No somos padres perfectos, pero intentamos hacer lo mejor. Sabemos que a veces nos sentimos muy agotados, muy cansados y se vale sentirte así, y a veces perder la paciencia. Pero esto es de amor constante porque hay papás ausentes y son los que hacen que sea tan notorio el diagnóstico".

El encuentro en Girardot era importante por ser clasificatorio al Campeonato Mundial de Natación 2025 Virtus Swimming World Championships, que se cumplirá en Bangkok (Tailandia). Nicoll fue convocada a la Selección Colombia y ahora su familia espera tener los recursos para enviarla porque la Federación de Deporte Especial de Colombia (Fedes) da el aval, pero no cubre los gastos.

"Ella en paranatación significa un orgullo, sacrificio, amor, paciencia, que sí se puede. El apoyo de los padres es muy importante para que los sueños de un hijo se cumplan. Para mí la felicidad de mi hija es el motor que sin importar cómo estemos de salud, nos levantemos y la llevemos y la entendemos cuando emocionalmente esté bajita de ánimo y se siente ansiosa".

"En estos días yo estuve con una gripa horrible, así me tocó llevarla a entrenar. Yo era envuelta en una cobija, llevando bebidas", concluye la mamá.


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