El fin de año es época de balances. Los contadores cuadran cifras al centavo, pero yo no tengo esa pretensión: éste es un balance emocional, y por lo tanto desbalanceado, sobre el año que termina, con recomendaciones sobre lo que disfruté y recuerdos sobre lo que me impactó.

Un libro colombiano: imposible elegir uno: “Más tareas no hechas”, de Luis Miguel Rivas, un genio del humor y la sencillez: “Asombro”, de Tomás González, un libro de 2021 que leí hace poco y me asombró, y como Fernando Alonso Ramírez insiste en “Lea local” recomiendo dos caldenses: “Cassiani”, de Octavio Escobar Giraldo, y “El oráculo térmico” de María Antonia León.

Un pódcast: dos que escuché en Spotify: “Padre, tierra”, una emotiva serie de 5 episodios en los que Candela Reyes habla con su papá, Alejandro Reyes Posada, en una mezcla entre lo personal y la historia del conflicto en Colombia, y “DMG, el sueño de la hormiga”, un documental que se escucha con suspenso y asombro.

Una alegría: el ciclo “Mujeres escritoras centenarias del Gran Caldas”, que realizamos con el Banco de la República. En este proyecto, fruto de mi tesis doctoral, presentamos 10 escritoras regionales desconocidas para buena parte del público. En febrero empezaremos la segunda serie de charlas, sobre otras 10 autoras.

Una decepción: Gustavo Petro. No su proyecto, porque sigo pensando que este país necesita más inversión social y que los gobiernos de derecha han sido nefastos, pero sí su liderazgo. El presidente ha sido inferior a la dignidad de su cargo y a la ilusión de sus votantes. PD: el alcalde Carlos Mario Marín no decepcionó porque hizo lo que sabíamos que haría: metió la pata hasta la última semana.

Un evento: 2023 empezó con el Carnaval de Riosucio y esa recarga de energía dura largo rato. En agosto tuvimos Feria del libro de Manizales y en octubre Festival Internacional de Teatro. Gracias a los Octavios por traernos el mundo a Manizales.

Un bar: en febrero abrió la galería creativa “Bestiario”, frente al colegio Santa Inés, y se ha convertido en un oasis de conciertos, recitales, presentaciones de libros, charlas y exposiciones de arte. Además siguen abiertos los tradicionales Juan Sebastián Bar y Silmaril, bares para la charla, el encuentro y la buena música. Bien por ellos, y también por sus feligreses.

Una buena noticia: hace poco escribí sobre “Carmentea, cantar del Llano”, la librería que el Fondo de Cultura Económica abrió en Arauquita. A raíz de esa columna supe de otra buena noticia, más cercana: Vanesa Aguirre y Diego Otálora abrieron hace cuatro meses “La otra realidad” en la calle 14 No. 7-14 de La Dorada, la primera librería de este municipio. Espero ir en 2024.

Una tristeza: la muerte del exdirector de La Patria Nicolás Restrepo Escobar y de la escritora Maruja Vieira.

Una impotencia: ver por televisión y redes la guerra de Ucrania, la guerra de Gaza y la incesante matazón de líderes sociales en Colombia. Frustra asistir en vivo y en directo al despliegue de violencia y no poder hacer nada útil para aliviar tanto sufrimiento.

Un horror: la violencia machista. El feminicidio de Estefanía Martínez en Villamaría y la violación de una soldada en el Batallón Ayacucho fueron dos de las múltiples y dolorosas caras de esta infamia que no cesa.

Una deuda: la de los órganos de control frente al gobierno local actual y frente a lo que falta por saberse de “Las Marionetas”.

Una tranquilidad: saber que el Observatorio Vulcanológico monitorea todos los segundos a nuestro hermoso, amado e inquieto Cumanday.

Un plan gratis: ir al Bosque Popular El Prado. Es un punto de encuentro bien cuidado, que disfrutan personas de todas las edades y estratos. Los árboles y los pájaros son un regalo que hay que cuidar.

Una ilusión: casas de cultura funcionando todo el año, bibliotecas públicas abiertas los fines de semana y una política pública para la edición de autores caldenses.

Un propósito: Caminar más. Hacer deporte suele ser mi eterno propósito de comienzos de año, pero el impulso se me agota antes de Semana Santa.

Un agradecimiento: para la familia, los amigos y los lectores. A todos: ¡Feliz Navidad!