No sé cómo le iría a Álvaro Gartner en el sondeo de popularidad de columnistas que promovió hace un mes La Patria, y que tanto me cuestionó sobre los criterios que guiarán estas páginas de opinión ante la ausencia definitiva de Nicolás Restrepo Escobar (¡ay!) pero Álvaro es uno de mis columnistas imprescindibles. Este viernes publicó “Cultura indefensa”, título que uso hoy para extender esa conversación, pero le añado un “3” para diferenciar mi columna de la suya y de la que Elizabeth Ramírez publicó ayer, y para invitar a que alguien escriba la “4”.

Álvaro comenta la incertidumbre por los cambios de gobierno en instituciones como la Orquesta de Cámara de Caldas y el posible cierre del Taller de Ópera de la Universidad de Caldas, tema sobre el que escribió Elizabeth Ramírez. “Tal vez sea mejor pedir al Consejo Superior evaluar los propósitos de esa vicerrectoría y el perfil del vicerrector. Es difícil aceptar que se entienda como “proyección cultural” la supresión de varios programas de arte”, escribe Gartner y suscribo yo.

Puede parecer exagerado que una vicerrectoría de una universidad, aunque sea pública, genere tres columnas de opinión, pero es que no es una vicerrectoría cualquiera: los recursos que maneja hacen de esta dependencia una secretaría de cultura paralela, y así lo dio a entender el saliente gobernador de Caldas, Luis Carlos Velásquez, cuando en campaña destacó el rol protagónico de la Universidad de Caldas en la cultura regional y prometió que potenciaría ese trabajo y lo articularía con el de la Secretaría de Cultura departamental.

El rol cultural de la Universidad de Caldas es solitario. El Banco de la República, el Colombo Americano y la Alianza Francesa también cumplen una labor vital, pero no hay muchas otras organizaciones que suman recursos significativos y por eso los gestores culturales locales rebuscan apoyos por fuera. Los que hacemos parte de la cadena del libro, por ejemplo, nos beneficiamos del esfuerzo que hace la Cámara de Comercio de Pereira por impulsar una magnífica Feria del Libro en esa ciudad, que tiene un presupuesto cinco veces mayor que la de Manizales, aunque es más joven, y ni hablar de lo que le debemos a la Caja de Compensación Familiar de Antioquia, Comfama, cuyo apoyo es clave para el Festival de Teatro de Manizales (Festival al que el Instituto de Cultura y Turismo de Manizales aún no le consigna los $160 millones que debe desde 2019 hace meses un juez le ordenó pagar).

Camilo Díaz, director escénico del Taller de Ópera, escribió: “Nos embarga gran preocupación porque después de 32 años el taller no va a ser aprobado como proyecto para el próximo año para la Vicerrectoría de Proyección”. En igual angustia está el Festival Internacional de Música Cima y tengo la misma preocupación con la Feria del Libro de Manizales: el escritor Octavio Escobar Giraldo dejó de dirigirla luego de casi una década, y además la Vicerrectoría modificó la forma en la que inscribía la Feria a la convocatoria de Mincultura, y se quedó sin $40 millones que el año pasado a estas alturas ya tenía garantizados.

Sigamos con libros: el jueves la Secretaría de Cultura de Caldas presentó “14 nuevas obras de autores emergentes y reconocidos” ¿Les pagaron derechos de autor a todos estos escritores por su trabajo? Siguiente pregunta, amigo. ¿Cuántas escritoras hay entre los autores que publicaron libro individual? Una. Una sola.

Este lunes se presentó la Banda Municipal de Manizales en el Teatro Los Fundadores (que está muy deteriorado, según contó Elizabeth Ramírez en otra columna). El concierto estuvo hermoso pese a que los músicos llevan tres meses sin recibir pago.

¿Ya tocamos fondo? No necesariamente: esperemos que al Instituto de Cultura y Turismo no llegue un exconcejal o exsecretario, a ver si algo cambia, y a ver si logra que desde la primera semana de enero abran las Casas de la Cultura y la Biblioteca Pública Municipal, que suelen durar semanas sin servicio por falta de personal.

Este lunes el Concejo de Pereira aprobó el Plan Municipal de lectura, escritura, oralidad y escucha, apoyado por la Universidad Tecnológica de Pereira. Acá ya están listos los toros, la cabalgata y el despecho de la Feria de Manizales. Esa es la cultura que interesa mostrar y la que consigue presupuesto.