Hace menos de dos años el alcalde de Manizales inició su segundo mandato feliz y entusiasmado. Venía impulsado por los más de 110.000 votos que obtuvo en su elección –la mayor votación que haya recibido un alcalde en la historia de la ciudad–. Nada más corto que un mandato; cuando los gobernantes menos piensan, se les acabó el tiempo.
Su gran apuesta han sido las obras de infraestructura. Al inicio de su mandato propuso unas intersecciones viales a lo largo de la ciudad, financiadas por valorización. Con el paso del tiempo se retractó y decidió que la Administración asumiría directamente esas obras. El Municipio, en materia de disponibilidad de recursos, se encuentra en buena condición: el catastro multipropósito implementado por la Administración anterior aumentó significativamente el recaudo del Impuesto Predial. Los dos alcaldes anteriores acudieron al crédito, y Rojas continuó con ese mecanismo. Cuenta también con recursos importantes del balance, provenientes de lo que le sobró el año pasado.
Tras meses de estudio y análisis, finalmente las obras priorizadas son el acceso al barrio La Francia sobre la avenida Centenario, que consiste en un puente y un deprimido para mejorar la entrada y salida del barrio; así como un retorno en la entrada del Hospital Santa Sofía. También contempla mejorar el acceso a Los Alcázares. Lamentablemente, los diseños han tomado más tiempo del esperado y la ejecución se estima en dos años. El alcalde quiere que las obras que inicie se terminen durante su periodo.
La intervención en La Estrella es la que va más adelantada. La licitación está en curso y el alcance de las obras consiste en intervenir el parque, mejorar los andenes, adecuar zonas de parqueo e instalar unas escaleras eléctricas que conecten el sector con la avenida Santander.
Otra obra será en la avenida Kevin Ángel, en el acceso a Minitas, que incluye dos intervenciones: una a desnivel sobre la avenida y otra en la glorieta de Carabineros. Estos diseños también han tenido dificultades. La meta, para que no lo coja la noche, es que el proceso licitatorio se inicie a comienzos del próximo año. Igualmente, debe iniciarse a comienzos del año entrante la doble calzada del Sena y a petición de los industriales se construirá, por valorización, un puente en las inmediaciones de Colombit, a 500 metros de la vía principal.
Mientras todos estos procesos avanzan, el alcalde continúa reparando la malla vial de la ciudad –que está en muy malas condiciones–, con la construcción del Coliseo Multipropósito en San José y los parques Metropolitanos en Villa Carmenza y en La Enea. Así mismo, siguen en ejecución los bulevares del barrio San Jorge –próximo a entregarse– y de la avenida 12 de Octubre, donde instalará el puente mirador.
También está pendiente la remodelación de la Plaza de Mercado, una obra que ha pasado por cuatro o cinco administraciones sin que ninguna haya logrado sacarla adelante, pese a que todas tuvieron en su momento, los respectivos diseños.
Para la ejecución de las obras, el alcalde está enfrentando algunos reclamos de sus opositores. En La Enea, por ejemplo, tuvo que solicitar apoyo de la Policía para poder iniciar los trabajos. Es un tema que deberá manejar con especial cuidado y sensibilidad, con el fin de evitar que estas inconformidades terminen afectando el avance de los proyectos que se propone realizar.