Se necesita coraje para dar un paso adelante hacia lo desconocido. Muchas veces las personas se evalúan a sí mismas a partir de sus logros personales o profesionales, dejando de lado todas las acciones que tuvieron que tomar y los retos que superaron para poderse destacar.
Valorar cada paso del camino como un logro activa la dopamina en nuestros cerebros y nos anima a no desistir de las metas, ser más adaptativos ante el cambio y seguir andando cuando las cosas se colocan difíciles.
Entender que los pensamientos son elecciones que podemos tomar de manera consciente es fundamental para mantener la ilusión encendida en nuestras mentes. Las creencias son pensamientos que hemos repetido tantas veces que se han convertido en maneras predeterminadas en nuestras mentes, condicionando nuestros comportamientos. Las creencias que afectan positivamente nuestras vidas son creencias potenciadoras que nos permiten llevar una vida próspera o creencias autolimitantes que nos impiden alcanzar nuestras metas y en las que vivimos una vida en la que desfallecemos y fracasamos.
El problema no es que pienses que no puedes, sino que te lo creas y actúes en consonancia con este pensamiento, todos en algunos momentos dudamos de la posibilidad de lograr alguna meta, pero algunos no nos quedamos anclados en las arenas movedizas de la inseguridad, a pesar del miedo damos un paso más y avanzamos hacia la meta.
Establecer una mentalidad de crecimiento que te diga “aún no lo logro, pero estoy avanzando en el camino” en lugar de no puedo lograrlo es la diferencia entre quienes quieren y quienes lo logran, cada vez que das un paso y paras a saborear ese logro estas activando el sistema de recompensa en tu cerebro y dándote un “aplauso bioquímico” que te ayuda a sentirte ganador y con ganas de ir un poco más allá, a esto el reconocido neurocientífico Andrew Huberman le denomino inserción subjetiva, a esa sensación de premio cada vez que reconoces el avance, lo cual te motiva a seguir persiguiendo la meta.
La liberación de dopamina y acetilcolina en tu cerebro hacen que contrarrestes el estrés natural de cualquier reto y logres fortalecer la red neuronal del enfoque y la perseverancia sin agotarte al darte mini recompensas por cada nuevo paso. Existen diferentes formas de recompensarte y una de las más poderosas es por medio de la consolidación de un sistema de creencias potenciadoras.
-Define un aspecto en el que te quieres sentir más seguro
-Elige una afirmación que vas a incorporar en tu vida
-Repite la afirmación al comenzar el día, antes de una actividad importante y antes de dormir.
-Define actividades y comportamientos relacionados con la creencia.
-Visualízate como si ya la creencia fuera parte de ti.
 La mayoría de las personas no son conscientes del poder que tienen sus pensamientos. Las creencias potenciadores generan emociones que nos impulsan a actuar y avanzar hacia nuestras metas. Para tener una vida satisfactoria necesitamos alinear lo que pensamos, sentimos y hacemos, de manera tal que cada paso sea una victoria y que lograr la cada meta sea reafirmar nuestra capacidad de ser y estar en camino del desarrollo personal.