El ajetreo diario, las preocupaciones y las responsabilidades pueden hacer que la mente se sienta como un vaso rebosante de agua. Has recibido tantos estímulos durante el día que te sientes agotado mentalmente, solo quieres descansar, pero en la madrugada tu mente se vuelve a activar y comienzas a “rumiar”; acerca de las tareas pendientes o las que has procrastinado durante días. El bucle de pensamientos que nos atacan por la noche, y a veces también de día, reciben el nombre de rumiación: un patrón de pensamiento enfocado en cosas negativas, que se repite una y otra vez, sin avanzar hacia una solución o un alivio. Se distingue de la preocupación, que es un proceso parecido, pero ante la incertidumbre, cuando no sabemos qué va a pasar en diferentes áreas de nuestras vidas.
Este es un fenómeno que la mayoría de nosotros ha experimentado en algún momento, y es precisamente en estas circunstancias cuando el vaciado mental se vuelve una práctica de gran importancia para evitar la hiperactivación que causa el insomnio, generando un bucle de ansiedad, excesiva actividad cognitiva de tono negativo que desencadena tanto la alteración física como la angustia emocional que lleva al insomnio de nuevo y a la vez una mayor ansiedad durante el día por no poder dormir bien, y así la hiperactivación neuronal se mantiene las 24 horas, en un círculo vicioso en el cual la mente se convierte en una montaña rusa emocional que nos impide descansar adecuadamente.
La importancia del vaciado mental El vaciado mental es una técnica que he utilizado frecuentemente con mis clientes ayudándolos a liberar la mente de la sobrecarga y la agitación del día. Consiste en tomar un tiempo antes de terminar la jornada o de acostarse para reflexionar, organizar pensamientos, priorizar tareas y, lo más importante, dejar ir lo que no podemos controlar. Este proceso no solo contribuye a un mejor sueño, sino que también puede tener un impacto positivo en nuestra salud mental y emocional en general.
Pasos para el vaciado mental
1. Reflexiona: Tómate unos minutos para pensar en tu día antes de terminar la jornada laboral. ¿Qué lograste? ¿Qué te preocupa? ¿Qué te hizo feliz o te causó estrés? Enfócate en que hiciste bien para cerrar este paso.
2. Escribe: Plasmar tus pensamientos en un diario puede ser una forma efectiva de liberar tu mente.
Anota tus preocupaciones y tus tareas pendientes. Esto te ayudará a deshacerte de ellas mentalmente. Si es a mano es más efectivo porque activas diferentes sentidos y le llega mejor la información a tu cerebro.
3. Prioriza: Reconoce lo que es verdaderamente importante y planea acciones que harás el siguiente día. A menudo, nos preocupamos por cosas que no merecen tanta atención.
4. Practica la gratitud: Piensa en las cosas por las que estás agradecido. Centrarte en lo positivo puede ayudarte a calmar la mente. Revisa que habilidades aplicaste y como contribuiste con tu labor, no importa si es remunerado o tan importante como estar al cuidado de tus hijos.
5. Respira: Una breve sesión de meditación, la práctica de yoga nidra o simplemente una serie de respiraciones profundas pueden ayudar a relajar la mente antes de dormir.
La clave está en utilizar frecuentemente esta técnica para ayudar a la mente a liberarse de tensiones.
Al liberar tu mente de la sobrecarga de pensamientos y preocupaciones, podrás disfrutar de noches de sueño reparador, días más productivos y una mayor claridad mental.