Durante la transmisión del partido Brasil-Colombia (20/3/2025) aparecía en la parte inferior de la pantalla la publicidad del sistema de apuestas deportivas Rush-Bet, y se oía al anunciante decir: “...y recibe el cien por ciento de tu depósito”.

Correctamente, aunque en esto hay anarquía, “...el ciento por ciento...”. El número es ‘ciento’; su plural ‘cientos’*, y su apócope, ‘cien’, que se emplea cuando precede al sustantivo cuya cantidad numérica determina, aunque se interponga un adjetivo, verbigracia, ‘cien combatientes’, ‘cien osados combatientes’.

*Dice el Diccionario panhispánico de dudas: “No existe el plural ‘cienes’, salvo para hacer referencia al guarismo: Escribe dos cienes en este papel”.

La misma fuente afirma que la locución ‘ciento por ciento’ es la preferida en América; en España, ‘cien por cien’*, incorrecta sin duda, a pesar de que en ciertos casos la forma apocopada ‘cien’ se use en lugar de ‘ciento’, como en la enumeración (‘...noventa y ocho, noventa y nueve, cien’) y en otros casos.

El diccionario de la Real Academia Española asienta las locuciones siguientes: ‘al cien por cien’ (‘en su totalidad, del principio al fin’) y ‘a cien’ (‘en o con un alto grado de excitación’).

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Titular de El Tiempo: “Rescatan a perro en poder de disidentes” (Colombia, 21/3/2025).

No es la primera vez que los tituladores del periódico capitalino emplean equivocadamente la preposición ‘a’ en esta clase de oraciones, en las que no es necesaria la ‘determinación’: “Rescatan perro (o ‘un perro’) en poder de los disidentes”, castizamente.

Como la nota periodística aludía a ‘Tuerca’, nombre del “canino belga malinois”, educado para alertar sobre la presencia de la Fuerza Pública, el titular apropiado pudo ser éste: “Rescataron a ‘Tuerca’, en poder de...”.

En esta construcción es indispensable la preposición para determinar el complemento directo del verbo: no suena bien, y el mismo oído lo rechaza, decir “rescataron ‘Tuerca’...”, por la omisión de la preposición, como en el siguiente titular de LA PATRIA: “Las secuelas del turismo que merodean Montaño” (Enfoque, 23/3/2025): “...que merodean a Montaño”, así, porque ‘Montaño’ es el nombre de una vereda de Villamaría (Caldas), y los nombres propios, como lo anoté hace poco, piden la preposición ‘a’cuando son el complemento directo de la oración.

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En las combinaciones ‘mucho más’ y ‘mucho menos’, el término ‘mucho’ puede ser adverbio o adjetivo.

Como adverbio, es invariable, por ejemplo, ‘Lucía es mucho más hermosa que sus primas’, ‘hoy estamos mucho menos tranquilos que ayer’. Como adjetivo, lógicamente, es variable en género y número, verbigracia, ‘son muchas más las personas que sufren en silencio’, ‘hay mucha más gente en la ciudad que en el campo’, ‘son muchos más los desencantados de este gobierno’.

El columnista de LA PATRIA Fernando Alonso Ramírez no tuvo en cuenta esta diferencia y escribió así: “...que son los pequeños detalles los que se nos quedarán en la memoria, seguro con mucho más fuerza que las técnicas que nos esforzamos tanto en aprender” (Papel salmón, 22/3/2025). “...con mucha más fuerza...”, correctamente, porque en esta oración ‘mucha’ es adjetivo, que debe concordar con ‘fuerza’, femenino.

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La preposición ‘de’ introduce complementos que expresan ‘posesión’ (‘la casa de los abuelos’), ‘procedencia’ (‘venían de Tamalameque’), ‘contenido’ (‘vaso de agua’), etc., pero no el ‘objeto’ de la acción del verbo (complemento directo).

Es muy frecuente su empelo innecesario con los verbos ‘requerir’ y ‘necesitar’, como en esta muestra: “Requerirá de una buena campaña y, en la medida de lo posible, coordinación de los sectores de oposición...” (El Tiempo, José Manuel Acevedo M., 25/7/2025).

Suficiente, “Requerirá una buena campaña...”, porque, además, el verbo ‘requerir’ es transitivo. Excepción: ‘requerir de amores’ (‘solicitar el amor de una mujer’).