Estimado Juan José.
Después de los resonantes éxitos obtenidos por las gentes del Toro que conformaron “el colectivo” (terminacho que uso para estar a la moda) que lideró las batallas que hubieron de darse en diversos escenarios, principalmente en el Congreso de la República, para contrarrestar los aleves ataques antitaurinos dirigidos por personajes con obscuros antecedentes y que actualmente fungen como congresistas, los taurinos están pasando por un periodo de tranquilidad y calma que hace años no habían podido disfrutar. 
Y es precisamente por los logros de este “colectivo” que he querido, mi estimado Juan José, hacer un reconocimiento, algo que si bien no ha sido costumbre del Fraile en nuestra añeja relación epistolar, hoy mi querido amigo es un deber de cualquier aficionado que acepte no haber contribuido para lograr este blindaje de la Fiesta y que gracias a él hubiese obtenido beneficios, como lo es el caso de muchos actores de este espectáculo como también, indiscutiblemente, la afición en un todo comprendida.
Entonces, como dicen mis paisanos “a lo que te truje Chencha”. Desde hace años ésta defensa de la Fiesta la emprendió quien fuese el empresario de Bogotá, señor Felipe Negret Mosquera y que una vez retirado de este oficio continuara actuando como el más comprometido de los aficionados, velando siempre por la protección y la permanencia de la actividad taurina en Colombia, acompañado en esta tarea por el doctor Juan Carlos Gómez Muñoz, director ejecutivo de Cormanizales. Con el tiempo y gracias al empeño y empuje de estos dos lideres gremiales ingresaron a la lucha algunos taurinos capitaneados por el Ganadero Gonzalo Sanz de Santamaría. Posteriormente o coetáneamente, la memoria no me ayuda, engrosaron las filas de la defensa de la Fiesta algunos representantes de los sindicatos y asociaciones taurinas. Entre los dirigentes de esos gremios debemos destacar la constancia y dedicación de los matadores de Toros en uso de buen retiro Over Gerlain Fresneda Félix, “Gitanillo de América” y del manizalita Guillermo Díaz Piedrahita “PerlaRuiz”, desde el momento en que se convirtió en presidente de la Unión de Toreros de Colombia, Undetoc.
Pero lo interesante y valioso de esta historia es que los “triunfadores” no se durmieron sobre sus laureles, sino que siguieron trabajando en un proyecto de Ley que diera cumplimiento a una sentencia de la Corte Constitucional en el sentido de “morigerar” la Fiesta, vale decir mermar, moderar, contener algunas de las acciones que se dan durante la corrida y que para ciertas personas resultan excesos. Dicho proyecto de ley fue radicado recientemente en el Congreso de la República y fue presentado por dos congresistas, taurinos de hueso colorado que son la lideresa social Ana Rogelia Monsalve Álvarez representante a la Cámara por la circunscripción especial Afro raizales y Palenqueras  afrocolombianas y el Doctor Cristian M. Garcés Aljure, miembro del Centro Democrático, a quienes los taurinos no tienen palabras para agradecerles pues gracias a su carácter y su forma de actuar de frente, sin tapujos, ni melindres, ni rodeos y además sin complejos ni vergüenza para manifestar su condición de aficionados a la Fiesta Brava en todas sus manifestaciones, lograron que muchos otros políticos que de manera vergonzante ejercían su condición de aficionados, dejaran atrás complejos y conveniencias para mostrarse como defensores de la Fiesta. Esa es la razón por la cual este proyecto de ley, que lo que en el fondo va a lograr es la pervivencia de todas las formas de dar y ver toros en Colombia fuera apoyado en su presentación por cuarenta y tres congresistas que lo avalaron con sus firmas, todos pertenecientes a diferentes corrientes políticas. Este hecho resulta de la mayor importancia para la permanencia en el país tanto de las corridas de Toros a la española, como para las corralejas, las peleas de gallos, las cabalgatas y el coleo. Recibe un abrazo de tu amigo El Fraile. Añadido: El señor presidente pidió a la gente que saliera a la calle a manifestar sus deseos para él gobernar en consecuencia. Ya han salido dos veces masivamente para protestar por las llamadas Petroreformas y el señor no solo no se da por enterado, sino que riposta ofreciendo “revolución”. ¿Alguien ve en esta reacción un fondo sano y lógico?