Fanny Bernal Orozco * liberia53@hotmail.com
Cuando un ser humano tiene autocontrol, es porque no sólo es capaz de regular sus palabras, sino además, sus emociones y reacciones e inclusive ha podido cultivar sus valores personales, con el fin de mantener un equilibrio en su vida personal y en las relaciones que teje con sus semejantes.
Las personas que se dejan llevar por la ira y que alimentan resentimientos y odios, carecen de
empatía y se hacen famosas por su vulgaridad y ordinariez. Consideran que esa forma de ser les permite controlar todo a su alrededor, pero no se dan cuenta o tal vez no les importa, que esas actitudes les hagan ver desagradables o mezquinas.
El autocontrol se logra a partir de entrenamiento, este no aparece de un día para otro, no es un acto mágico, requiere de observación e introspección, así como de reflexiones y cambios, si se quieren tener y mantener relaciones sanas y saludables.
La falta de autocontrol, genera estrés, ansiedad e insatisfacción con la forma como se llevan las relaciones en la vida cotidiana. Por supuesto, que hay quienes se dan cuenta del daño que infligen y no hacen nada por transformar sus comportamientos. Son el tipo de personas que dicen:
-‘Yo soy así y punto, no me interesa cambiar, además no me importa lo que digan o sientan los
demás… de malas’.
Cuando se habla sin pensar y de manera automática e irreflexiva, se dice o escribe cuanta cosa se le viene a alguien a la cabeza, esto es un claro ejemplo de ausencia de inteligencia emocional y presencia de estupidez, a la que hace referencia Giorgio Nardone en su libro, ‘La Estupidez estratégica’: ‘…que la estupidez es producto enteramente humano ya que no existe en la naturaleza, representa el mayor peligro para la propia humanidad, como forma de sentir, pensar, actuar, con resultados que tarde o temprano serán autodestructivos’.
Y esta frase, aunque parece una profecía, no lo es, es el reflejo de lo que sucede cada día en relaciones de todo tipo: laborales, académicas, sociales, económicas, de pareja, familiares, diplomáticas, personas que no saben callar y que lo que dicen y la forma como utilizan el lenguaje, es desencadenante de múltiples reacciones que indefectiblemente terminan mal para todas las partes.
- ¿Qué se puede hacer?
- Tomar conciencia de que se está actuando mal, que está creando una atmósfera negativa, que afecta a todos los que están a su alrededor.
- Cultivar el respeto, fortalecer la empatía, desarrollar bondad de corazón.
- Aprender de sus emociones, escribir lo que siente, describir sus sensaciones cuando pueda, es un espacio para usted, para bucear en su mundo interior.
- Desanude sus nudos emocionales, uno a uno, hasta que se sienta liviano y con menos peso emocional, esto lo llevará a darse cuenta de que su capacidad para controlar sus emociones, surge como fruto de su constancia y es un regalo para su vida personal, sus relaciones y su bienestar.
* Psicóloga - Docente titular de la Universidad de Manizales.
www.fannybernalorozco.com
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