Fernando-Alonso Ramírez

Periodista y abogado, con 30 años de experiencia en La Patria, donde se desempeña como editor de Noticias. Presidió el Consejo Directivo de la Fundación para la Libertad de Prensa en Colombia (Flip). Profesor universitario. Autor del libro Cogito, ergo ¡Pum!

Correo: editornoticias@lapatria.com

X (Twitter): @fernalonso

La filosofía generalmente es terreno árido para la mayoría. Si bien muchas personas se atreven a filosofar de cuando en vez, la verdad es que pocos lo pueden hacer de manera eficiente. De hecho, son más los titulados en filosofía que poco se dedican al pensamiento profundo, mientras que otros hechos en la universidad de la vida terminan siendo más pensadores que los que pasaron por las aulas y se bebieron a Kant, a Schopenhauer o a los clásicos griegos.

Bueno, pero no es de eso de lo que va esta columna. O tal vez sí. Quiero es hablarles de dos libros originados en autores de estas breñas que se han dedicado al difícil arte de preguntar, que al fin y al cabo es lo que mejor hace esta rama del conocimiento desde que Sócrates existió.

 

De cicutas y otras hierbas

Pablo Rolando Arango es un viejo conocido como crítico columnista de LA PATRIA, cuando lo fue; como ensayista irreverente, en publicaciones académicas y no tanto, como elmalpensante o Soho; y también en divertidísimo libros como Borrachos colombianos.

Después de años de esperar un nuevo aporte a nuestras bibliotecas, este estupendo conversador publica su más reciente obra, un trabajo que nos ayuda a entender mejor las ideas de tres grandes de la filosofía universal: Platón, San Agustín y Descartes.

Se titula Sirvan la cicuta, crucifiquen al autómata (Taurus), y pormenoriza e intenta poner en clave de biografía de las ideas cada una de las vidas de estos hombres. A medida que va contándonos detalles de cómo vivieron estos personajes, avanzan en explicaciones sobre por qué Platón dejó ideas no tan platónicas o dónde sus hipótesis resultan contradictorias; también en torno a cómo los vínculos de San Agustín con ciertas sectas permearon sus ideas y sobre todo sus argumentos para plantear asuntos que terminaron por cambiar la historia del mundo occidental o al menos las ideas del cristianismo.

También nos advierte Arango de cómo Descartes abrió la puerta al pensamiento lógico, además de mostrarnos a un personaje mucho más allá de su idea de cogito ergo sum, del discurso del método y de lo plegado que estuvo a la Iglesia para no correr riesgos, en tiempos en los que llevar la contrario podía terminar con el pensador en la hoguera como mínimo.

Un libro que si bien busca ser bastante pedagógico, no es tampoco para cualquiera, pues igual se debe tener en cuenta algún gusto por la historia del pensamiento o de las ideas o por la filosofía misma. Aunque en buena parte sí hay asuntos biográficos, a veces se profundiza en aspectos de corte muy filosófico, que está bien para un documento como este, pero que seguro no es para todos.

No obstante, los lectores de Pablo Rolando reirán con sus frases oportunas o con los sarcasmos que tanto lo caracterizan, así como con su consistente crítica a la academia y su mundo de 'papers' y credencialismos, que tanto la alejan del mundo real.

 

Subrayados

  • A diferencia de la verdad, la sabiduría está relacionada con los beneficios prácticos, con la utilidad.
  • Se requiere una capacidad universal innata de la mente humana para explicar apropiadamente el lenguaje y la comunicación.
  • La epistemología de Descartes es, así, una ética de la creencia, un código que solo tiene una única y simple norma: no creer nada, no abrazar ninguna idea.

 

Del buen morir

El profesor Carlos Enrique García es un sabio en materias diferentes, como intérprete de los órganos de los templos manizaleños, con los que deleita cada tanto; es también un conocedor profundo de la lengua en español, sobre la que ha escrito varios libros; un gran conocedor de los fenómenos astronómicos y también un pensador de ideas amplias.

En esta oportunidad con el sello de editorial Temis se metió en asuntos de la eutanasia y no solo analiza las ideas alrededor de esta, observa con ojo de buen crítico la sentencia de la Corte Constitucional, sino que trasciende a proponer para que la ley que aún sigue estancada en el Congreso incluya asuntos que los políticos evaden.

En este corto libro de ensayos, Logotanasia - Más allá de la eutanasia, el profesor García nos da a pensar en por qué se critica tanto en nuestra sociedad a quien decide acabar con su vida y por qué no se le facilitan las cosas para hacerlo de manera consciente e indolora, que es como debería ser, según él.

Por eso va más allá de la eutanasia y abre el debate sobre un tema que muchos evaden, la logotanasia, la idea de que una persona en sus cabales considere que ya cumplió su ciclo en esta vida y quiere una muerte asistida o el suicidio racional.

Es un tema que toca con muchas ideas preconcebidas que hacen ver estos asuntos como tabú. Es así como él llama la atención en lo corta que se quedó la sentencia de la Corte Constitucional, a pesar de su amplitud de criterio,

Es un libro para pensar, para dialogar, para también comprender otras maneras de pensar sobre el asunto,

 

Subrayados

  • Innecesarias, excesivas regulaciones, controles, procedimientos y papeleos que en nada aportan a la eficiencia, sino más bien a la corrupción burocrática.
  • En el siglo XXI no debe haber lugar para otros tabúes respaldados solo por arcaicas tradiciones, como censurar la libre elección de interrumpir la propia existencia de manera libre, racional y personalmente justificada.