Fernando-Alonso Ramírez

Periodista y abogado, con 30 años de experiencia en La Patria, donde se desempeña como editor de Noticias. Presidió el Consejo Directivo de la Fundación para la Libertad de Prensa en Colombia (Flip). Profesor universitario. Autor del libro Cogito, ergo ¡Pum!

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Se acaban los calificativos para exaltar la escritura de Pilar Quintana. En su más reciente novela, Noche negra, vuelven las violencias pequeñas y, sobre todo, los temores que tiene una mujer sola rodeada de hombres, de peligros, en un lugar solitario.

Rosa decide dar un giro de 180 grados a su vida de ejecutiva exitosa de marketing. Lo deja todo para irse con un hombre a cumplir sus sueños de aventura. Y es así como llega a la selva, al Pacífico, para comenzar de cero a vivir en un lugar selvático y alejado.

Con su nuevo amor, un extranjero que abandonó fácilmente a la mujer con la que se encontraba para ir por ella, terminó en esta idea que es al tiempo aventura y reinvento de vida.

Son cuatro capítulos, cuatro días, pero una vida entera. El relato arranca el domingo, cuando ese hombre marcha solo para poder cruzar más tranquilo el mar y refrendar su visa sin problemas, mientras que ella se queda allí dándole vueltas a la situación, a su condición de vulnerabilidad sin un hombre que la proteja.

Ella se queda sola, rodeada de otros hombres que con la excusa de prestarle atención le hacen chistes flojos, machistas, le machacan la idea de que el gringo --que no es gringo, sino irlandés- no regresará y la deje abandonada, expuesta, porque está con alguna ecuatoriana.

Leer este libro es reconocer los temores de las mujeres en un mundo hecho no precisamente a la medida de ellas y, más bien, que les pone la vida cuesta arriba.

Son tantos los peligros que acechan a una mujer, que solo pensar en la idea de los riesgos que corre pueden volver loco a cualquiera y si esos temores se alimentan con la herencia genética, porque teme al olvido de las cosas, ese síntoma que terminó por enajenar a su abuela y más recientemente a su madre, es otro temor instalado.

Las cosas se van complicando cuando se está solo y no hay con quién interactuar, no hay otra persona que nos ayude a dimensionar la realidad o la irrealidad, lo que te puede hacer dudar de ti misma.

Además, porque cuando no se tiene con quien hablar con tranquilidad, hasta la voz se pone ronca, cambia, por el simple hecho de no usarse.

La memoria, sin embargo, va atrás para irnos delineando a esa mujer que tomó decisiones inesperadas, que construye una casa en un lugar lejos de todo, con quien considera su amor, otro de esos hombres que la atraen tanto, tan cerca del riesgo, tal vez que no ofrecen garantías.

El temor a ser observada, a ser vigilada, a ser víctima de alguna agresión que le puedan provocar los hombres solitarios de ese lugar terminen por confabularse para arremeter contra ella.

O el miedo instalado a que su casa se la coma el comején o que la víbora ataque y muerda sin compasión, o tal vez sea la tarántula que se instaló en su cuerpo o, incluso, de que sus vecinos tengan razón y su hombre no regreses.

En fin, temores que se van ahondando a medida que se acerca su Noche negra, esa en la que la luna se oculta del todo y no queda espacio para ver nada. Durante cada día, hasta la noche de ese miércoles, la autora nos describe el paso a paso de esa mujer y, sobre todo, las vulnerabilidades que crecen en la medida que la mente también juega con nosotros.

Un libro que vale la pena leer y que al lado de La Perra o de Los abismos, nos muestran una vez más a esa autora que es capaz de ver y describir elementos del mundo femenino como pocas lo logran.

 

Subrayados

* De igual modo es consciente de que un hombre nunca se siente en verdad satisfecho con una mujer que posee más dinero que él.

* La aterraba ese destino, el prospecto de terminar como ellas, convertida en una carga para los otros, tonta y sin memoria, vacía de recuerdos, igual que no hubiera pasado por el mundo.

* Su violencia es la misma de los niños. Si mata al comején es porque puede. Es la violencia del más fuerte. La violencia que los hombres ejercen sobre ella.

* Ella se mantiene con el machete en firme, viendo el centelleo de la linterna de él hacerse cada vez más tenue a medida que se aleja hasta que se extingue.

* Si no tuviera memoria, si en este momento dependiera solo de sus sentidos, no sabría qué medida tiene la tierra, si se acaba a dos pasos o se alarga sin límites.

 

Reproducción | LA PATRIA

La más reciente novela de Pilar Quintana, Noche negra.

La más reciente novela de Pilar Quintana, Noche negra.