Si deseamos prospectar en Manizales un sistema de transporte como factor de desarrollo para superar el obstáculo a la sostenibilidad urbana relacionado con la congestión vehicular, para ese mismo fin también deberíamos acortar los viajes resolviendo el actual modelo de fragmentación implementando los usos mixtos del suelo para viabilizar la creación de nuevas centralidades en los sectores de la periferia con alta densidad poblacional que actúan como dormitorios, financiadas las inversiones con la Plusvalía Urbana y conectar estos escenarios a la ciudad.
Aunque en Manizales los viajes generan unos 750 mil desplazamientos por día, dado que más de 143 mil pasajeros se movilizan con un incremento anual del 2%, lamentablemente la insatisfacción con el transporte público es alta según “Manizales Cómo Vamos”, porque más de la mitad de los usuarios señalan demoras y retrasos, además de congestión, limitación de horarios e incertidumbre de frecuencias, como problema que obliga a planear e invertir en un sistema integrado de transporte público acorde al tamaño de la ciudad.
Al 2024 los vehículos registrados en Manizales fueron 257.203, -de ellos 124.160 motos y 81.858 automóviles, para una media por 1.000 habitantes de 550 vehículos y solo 6 buses o busetas; y para explicar la congestión así se movía al 2017 la ciudad: el 29% lo hacía a pie y el 1% en bicicleta, lo que contrasta con el 20% moviéndose en carro, 12% en moto y 6% en taxi, cuando el 32% usaba transporte colectivo público (29%) y escolar (3%), aunque hoy el cable ayuda en una ciudad.
Si por capacidad de carga, buses, busetas y colectivos operan para bajos niveles de demanda de pasajeros, otra cosa es un sistema de transporte público masivo, en el que después del tranvía, aparecen sistemas con capacidades que superan los 10.000 pasajeros hora pico, como lo es el Solo-Bus. Y de requerirse un sistema para demandas más grandes, están los sistemas articulados en carriles exclusivos, como el Transmilenio, que pueden duplicar dicho volumen y todo esto, antes del Metro que puede superar los 50 mil por hora y sentido.
Todo lo anterior, permite demostrar que un cable aéreo como en el caso de Manizales, donde pueden movilizarse entre 1.400 y 3.600 personas por hora y sentido, no es un sistema de transporte masivo ya que, pese a ventajas para salvar obstáculos y ofrecer paisajes urbanos, para resolver la movilidad habrá que pensar en otra propuesta, sabiendo que el parque automotor manizaleño crece 10 veces más que la población cuya tasa demográfica no llega al 0,7% anual.
Se trata de un tranvía para Manizales, que podría compartir vía con otros vehículos y transportar 5.400 pasajeros hora sentido. Este modo que se vincularía más tarde al tren de cercanías, si le apostamos a la ciudad Región, iría en Manizales entre el parque del Agua y el Batallón si los destinos son el Centro Histórico y El Cable como centralidades, complementado con sistemas alimentadores llegando desde Villamaría, Bosques del Norte y La Enea como grandes dormitorios.