Pinocholandia
El bello cuento, 1881-1883, de Carlo Collodi, relata las vivencias de Pinocho, el muñeco italiano humanizado a quien le crecía la nariz cuando mentía. Con su recordado padre, Gepetto, sus amigos y enemigos, han hecho, antes más que ahora, las delicias de quien lee la historieta.
Aterra, escuchar, ver y leer que en Colombia se ha entronizado la mentira. Se da por hecho cierto, muchos eventos que son embarnizados con cualquier cosa menos con la verdad.
La sinceridad, por muy dura que sea es benéfica. La franqueza, conducta que aparentemente puede ser dañina, no lo es. Para expresarse, por cualquier medio, hay que ser cauto para evitar agresiones infames en otras personas.
Una mentira tiene alcance imposible de medir. No se puede construir una vida ni una Nación al estilo Pinocho, porque después una amputación es inviable.
Yolanda Ruiz Ceballos
Una verdadera cátedra de periodismo dio esta mujer ejemplar al recibir el Premio a Una vida y Obra, en el reciente concurso para los Premios Simón Bolívar.
Una dicción impecable. Su trayectoria en radio y televisión se la permite. Con seguridad pasmosa y envidiable, enunció su posición como periodista ante los medios, las instituciones y la sociedad, alrededor de su vida.
Su voz e inflexiones ayudaron a comprender el alcance de su trabajo ante los avatares que el diario devenir le ha impuesto. Una mujer valerosa, como muchas, que no ha necesitado apelar al feminismo para destacarse en su oficio, ayudando a cientos de miles a comprender el motivo de los hechos que enaltecen o constriñen a los colombianos.
¡Qué clase! Dada por una persona capacitada y, más que eso, por una periodista que comprende perfectamente su misión profesional y autoimpuesta como una necesidad de vivir al ritmo de su conciencia. Fue una decisión maravillosa del jurado.
El número y los hechos
Ha sido motivo de infinidad de toda clase de comentarios, el número de aspirantes con sus cualidades a la Presidencia de Colombia. El hecho real, miles, incluso silentes, quieren ser presidentes. Bien por ellos, están en su derecho. Lo difícil es llegar por el camino de la verdad, la legalidad, la oportunidad y la convicción, sin atenuantes.
Con el paso del tiempo, la lista se va reduciendo a quienes van demostrando sus factores favorables que hacen posible una candidatura. Finalmente, por ley, quedarán dos.
¿Serán globalmente los mejores? Lo tendrán que definir los colombianos. ¿La mayoría de electores es índice de mejor? Democráticamente sí, pero esencialmente no siempre coinciden votos con lo ideal, comparando con todos quienes han ejercido el primer cargo ejecutivo de la Nación.
¿Se equivocan los colombianos al elegir su presidente? Las respuestas dependen de muchas variables, pero la verdad solo se encuentra en la conciencia de cada quien.
No hay candidatos absolutamente perfectos. Sus trayectorias previas soportan esta afirmación. Lo que se necesita es que cuando ejerza su cargo lo haga con dignidad; con ello es suficiente.
Mañana Día del Médico
El mejor homenaje es entender y apoyar su misión.