La mayoría de los ciudadanos son proclives a las noticias a través de diferentes medios de comunicación, incluyendo los personales o mediante el lenguaje de señas, así como también hay métodos reconocidos y actualizados para los ciegos.
Entre los medios están los periódicos, ahora menos consultados, insustituibles en la vida de las comunidades que tienen la fortuna de contar con ellos. Sobre estos mensajeros se ciernen fuerzas contrarias a su existencia, entre ellas la censura impuesta o adoptada por razones que, a veces, parecen inverosímiles.
Los lectores, de prensa y revistas, van seleccionando sus propios articulistas y los buscan con ahínco en cada edición, independientemente del criterio del autor, se puede estar de acuerdo o en discrepancia con sus planteamientos y, así, cada lector va estructurando su enfoque sobre la diversidad de temas tratados.
El escritor puede provocar reflexiones profundas sobre el tema tratado, y eso lo ha conseguido Carlos Caballero Argáez, en El Tiempo, el sábado pasado, cuando tituló su artículo: Principios liberales para gente joven.
En Colombia, expresar que se es liberal o conservador, independientes, parece anacrónico. Actualmente, en el país existen muchas formas de pensar y actuar sin relación con la política partidista. Ahora, cuando un político emerge quiere ubicarse en una línea diferente, que a veces lo lleva hasta la politiquería sin miramiento alguno.
El exministro, comienza indicando que las personas que tienen entre 18 y 35 años de edad se inclinan políticamente hacia los extremos. Hoy, la tendencia es la denominada derecha, identificada como un rechazo a la actual presencia gubernamental en Colombia, un país dividido según los resultados de las últimas elecciones presidenciales.
Liberales, conservadores, comunistas y los demás, tienen sus pilares y tratan de atenerse siempre a ellos. Quien es fiel los mantendrá como guía en su vida.
Y, si es demócrata, respetará a los demás, aun así, los controvierta férreamente con lealtad, franqueza. Caballero, indica una verdad que carcome a la sociedad colombiana y la anuncia como falta de cultura política.
Hay derecho a pensar, expresar lo que a bien se tenga y actuar como se quiera respetando el derecho ajeno, como bien lo proclamaba Benito Juárez.
Caballero, en su escrito cita un libro inglés: En defensa de la libertad, contenida en 85 artículos con la doctrina liberal actualizada, no partidista, de los cuales seleccionó algunos que le parecieron importantes.
Los liberales, sin otra denominación, creen en libertad y pluralismo, como una actividad tutelada por la diversidad y una controversia libre y abierta. Otros principios son: El reconocimiento de la ley y la igualdad de todos frente a ella; derecho al voto con elecciones libres y resultados verídicos; libertad de mercados; condenan todos los monopolios y quieren una sociedad civil fuerte.
El autor, expresó que los liberales creen en la prudencia, caridad y autocontrol.
Indudablemente, es un escrito ponderado que esgrime la pregunta sobre lo que conviene a los liberales. Sin embargo, no puede olvidarse que la unanimidad en tópicos políticos no existe.