La actividad de los médicos y su respectiva cualificación siempre ha sido materia de interés general. Es atrayente identificar a los profesionales que están ligados a la vida.
Quizá una persona nunca se interese en un arquitecto, agrónomo o diseñador. Sus profesiones, aunque importantes, se observan de manera muy diferente a la Medicina, que participará inexorablemente en algún momento del discurrir de la existencia de cualquier ser humano.
El viernes anterior La Patria publicó una entrevista con la médica, especialista en ginecología y obstetricia, Nathalie Jurado, presidenta de la sociedad científica que agrupa a sus colegas en Caldas.
El título del artículo es atrayente, Llamado urgente a médicos: las pacientes necesitan una atención adecuada. Se convierte en una convocatoria interesante por cuanto se introduce en el ejercicio de la Medicina.
El documento trae una general e importante evaluación, sin determinar la cuantificación de lo expresado ni el alcance específico de ello, pero anota y devela un problema sentido que contribuye a responder en una parte trascendental, aunque mínima, la pregunta hecha varias veces cuando se indagó y solicitó evaluar la calidad de la Medicina que se practica en Caldas.
El texto compromete a médicos generales y especialistas al expresar textualmente que algunos no realizan exámenes físicos completos a sus pacientes.
El hecho es una transgresión al mandato determinante que implica la necesidad de conocer al paciente de una manera integral, mediante la utilización de la información semiológica derivada del enfermo, sin descuidar un obligatorio y somero análisis del estado mental.
La experiencia, proveniente del conocimiento y la práctica, se obtiene luego de un proceso que implica ejercicio y reflexión sobre su propio quehacer médico.
Nadie conoce mejor los resultados de su autoevaluación que quien debe estar interesado, en primera línea, del alcance de sus aciertos y fallas, como el médico tratante o consultor.
La entrevistada, hace constar que, entre sus colegas, gineco-obstetras, encuentran pacientes remitidas para continuar con el diagnóstico o terapia sin los hallazgos enunciados previamente, o no correspondían con la situación real. Lo expresado de esa manera podría ser interpretado como un mal ejercicio profesional; pero esa información dirigida indistintamente al ciudadano merece consideraciones adicionales que se derivan del estudio completo de cada caso, basado en la historia clínica.
Es indudable que cualquier alteración a la realización de un adecuado proceso de atención médica, puede conducir a consecuencias imprevisibles para el enfermo, que puede llegar hasta la muerte. A pesar de que la Medicina es una profesión generalmente de medios, no se pueden obviar pasos en el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación.
Las pérdidas de tiempo, aducidas, por muchos factores, tienen incidencia sobre el resultado final y dependen de diferentes variables, en donde el Sistema tiene gran responsabilidad. El compromiso monetario también tiene diferentes enfoques que en algunos casos terminan entorpeciendo el deseo de una curación pronta y acertada.
Esta denuncia y otras similares deben ser afrontadas inmediatamente por varias instituciones. El objetivo fundamental es mejorar rápidamente la atención en salud.